Las fuerzas israelíes han llevado a cabo nuevos ataques a la institución Al-Qard Al-Hasan, alegando su uso para financiar actividades de Hezbollah. La situación humanitaria en Líbano se agrava con el aumento de bombardeos.

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En medio de las crecientes tensiones en el Medio Oriente, Israel ha anunciado que continuará realizando ataques a una institución financiera relacionada con Hezbollah en Líbano.

Según las autoridades israelíes, esta entidad utiliza los depósitos de sus clientes para financiar ataques contra el Estado judío.

Recientemente, al menos 15 sucursales de Al-Qard Al-Hasan fueron atacadas en las zonas sur y este de Líbano, incluyendo el área de Dahiyeh en Beirut.

Uno de los ataques destruyó un edificio de nueve plantas que albergaba una de las sucursales.

Las imágenes de los incendios y el humo que se elevan tras los bombardeos han generado preocupación entre la población civil.

Al-Qard Al-Hasan, que cuenta con más de 30 sucursales en Líbano, ha intentado calmar a sus clientes informando que han evacuado las oficinas y trasladado depósitos, incluyendo oro, a zonas más seguras.

Sin embargo, muchos de los clientes son civiles que no están vinculados a Hezbollah.

Esta institución ha sido sancionada por Estados Unidos y Arabia Saudita, y ha funcionado como una alternativa a los bancos tradicionales de Líbano, los cuales han impuesto severas restricciones desde que comenzó una crisis económica en 2019.

El portavoz en árabe de las fuerzas armadas israelíes, Avichay Adraee, afirmó que Hezbollah almacena cientos de millones de euros en las sucursales de Al-Qard Al-Hasan, y que estos fondos se utilizan para la compra de armamento y el pago de combatientes.


Adraee defendió los ataques como una medida necesaria para impedir que el grupo se recapacite.

Antes de los bombardeos, el ejército israelí emitió advertencias de evacuación, lo que parece haber ayudado a minimizar las víctimas.

No obstante, la situación sigue siendo crítica, con reportes de al menos cuatro muertos, incluyendo un niño, y 24 heridos tras un ataque aéreo cerca del mayor hospital público de Beirut.

Este fue el primer ataque a la capital libanesa en los últimos diez días.

Las fuerzas israelíes, que invadieron Líbano a principios de este mes, tienen como objetivo desplazar a Hezbollah del sur del país, permitiendo así que miles de israelíes regresen a sus hogares, tras más de un año de ataques con cohetes y drones a través de la frontera.

Los bombardeos israelíes han afectado a grandes áreas de Líbano en las últimas semanas, provocando que más de un millón de personas se vean forzadas a abandonar sus hogares.

La situación humanitaria en Líbano se deteriora rápidamente, y el conflicto entre Israel y Hezbollah continúa escalando, dejando a la población civil atrapada en medio de la violencia y la inestabilidad.