Las autoridades israelíes han tomado la decisión de cerrar las operaciones de la cadena de noticias Al Jazeera en el país, confiscando equipos de sus oficinas en Jerusalén. Esta medida ha sido denunciada como un acto criminal contra los derechos humanos.
Las autoridades israelíes han llevado a cabo un paso sin precedentes al aprobar el cierre de las operaciones de Al Jazeera, con sede en Qatar, en el estado judío.
Inspectores del Ministerio de Comunicaciones, acompañados por la policía, llegaron a las oficinas de la cadena en Jerusalén el lunes y confiscaron equipos, cortando el acceso.
Las emisiones de Al Jazeera y el acceso a su sitio web ya habían sido bloqueados en todo Israel.
El ministro de Comunicaciones Shlomo Karhi ha sido un defensor clave de la terminación de la actividad de la cadena en Israel.
Al Jazeera ha denunciado la medida de Israel, calificándola como un "acto criminal que viola los derechos humanos en el acceso a la información". La Asociación de Derechos Civiles en Israel (ACRI) ha presentado una petición ante la Corte Suprema del país.
La Asociación de Prensa Extranjera en Israel expresó su preocupación de que el gobierno israelí pueda continuar con la censura, ya que el primer ministro ahora tiene la autoridad para apuntar a otros medios extranjeros que considere "actuar contra el estado". Varios ministros del Partido de Unidad Nacional de Benny Gantz se abstuvieron de votar y criticaron el momento de la decisión, resaltando las tensiones crecientes entre las diversas facciones del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
El costo de los equipos incautados de Al Jazeera en Jerusalén asciende a unos 20,000 euros.
La pérdida de la cadena provocó una caída del 5% en su valor en la bolsa de valores de Qatar.