En un informe interno, el ejército israelí ha admitido importantes fallas en la defensa de Kibbutz Be'eri, una comunidad fuertemente golpeada en la frontera de Gaza, durante los ataques de Hamas el 7 de octubre.

El informe mencionó "errores graves y errores" en la respuesta del ejército mientras Hamas tomaba el control de la comunidad.

El ejército estaba mal preparado y no siempre priorizaba la vida de los civiles.

Detalló cómo las Fuerzas de Defensa de Israel esperaron cerca mientras los residentes eran asesinados.

Desde la tarde, las fuerzas esperaban afuera del kibbutz mientras la masacre continuaba adentro.

"Las IDF no cumplieron su misión de defender a los residentes de la manera más grave y fallaron en su misión." Oficiales militares presentaron los hallazgos a los miembros sobrevivientes de la comunidad en el resort del Mar Muerto que ahora llaman hogar.

Un total de 101 personas murieron en Be'eri, una décima parte de su población, cuando los combatientes de Hamas irrumpieron a través de la valla fronteriza de alta tecnología de Israel y tomaron por sorpresa a las unidades militares.

Docenas más fueron tomadas como rehenes, 11 de las cuales aún no han sido liberadas.

A lo largo de la frontera, los guardias comunitarios y los residentes desarmados se quedaron luchando prácticamente solos.

"Fallamos en proteger el kibbutz", admitió el contraalmirante Daniel Hagari, portavoz de las FDI, al hablar con los residentes.

Nueve meses después del ataque, hay una creciente presión pública para exigir responsabilidades por el histórico colapso en la seguridad que permitió a los militantes liderados por Hamas infiltrarse en las comunidades israelíes en la frontera de la Franja de Gaza.

Hasta ahora, solo unos pocos líderes de seguridad han renunciado, y la perspectiva de culpabilidad entre los escalones políticos parece aún más distante.