Israel ha advertido a sus ciudadanos que abandonen el norte del Cáucaso después de que una turba antisemita asaltó un aeropuerto en la región de Dagestan en Rusia.
Una protesta enfurecida en el aeropuerto de Makhachkala, en la región rusa de Dagestan, ha dejado en alerta a Israel debido a actos de antisemitismo.
Luego de un mensaje en Telegram que instaba a los habitantes de Dagestan a recibir a los 'invitados no deseados' y hacer que el avión regrese a Tel Aviv, una multitud convergió en el aeropuerto.
Como resultado de los disturbios, más de 20 personas resultaron heridas, incluyendo dos en estado crítico.
La policía realizó 60 detenciones e identificó a 150 de los participantes más activos.
El rabino Alexander Boroda, presidente de la Federación de Comunidades Judías de Rusia, pidió una respuesta contundente contra los responsables.
Boroda afirmó que los disturbios habían 'socavado los cimientos básicos de nuestro estado multicultural' en Rusia.
El ataque al aeropuerto de Makhachkala parece haber sido motivado, en parte, por la indignación hacia las acciones de Israel en Gaza, donde ha estado en guerra con Hamas después de una incursión mortal llevada a cabo por el grupo militante a principios de este mes.
Varios manifestantes en la multitud ondeaban banderas palestinas.
En un video difundido en redes sociales se puede observar a un grupo intentando volcar un camión de patrulla policial, mientras que en otro se ve a los alborotadores rodeando una aeronave de Red Wings que había llegado desde Tel Aviv.
Los manifestantes exhibían carteles con lemas antisemitas, uno de ellos decía 'No hay lugar para asesinos de niños en Dagestan' y otro afirmaba 'Estamos en contra de los refugiados judíos'.
Como consecuencia de estos actos de violencia, Israel ha elevado el nivel de alerta de viaje al nivel 4, el más alto posible, instando a sus ciudadanos a evitar todo viaje a Dagestan y las regiones vecinas, y a aquellos que se encuentren en la zona a abandonarla lo más rápido posible.
Un rabino ruso de alto rango instó el lunes al Kremlin a garantizar que los alborotadores sean duramente castigados.