Se alcanzó un acuerdo de alto el fuego para detener los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah, con el apoyo de Estados Unidos y Francia.
En los últimos días de su mandato, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, parece haber logrado un acuerdo de alto el fuego que busca poner fin a los combates entre Israel y Hezbollah, además de retirar a Líbano del escenario bélico.
A pesar de la oposición de sus aliados de extrema derecha en el país, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio su respaldo al cese de hostilidades mediatizado por Biden y el presidente francés Emmanuel Macron.
"Este es un acuerdo diseñado para asegurar una cesación permanente de las hostilidades.
Lo que queda de Hezbollah y otras organizaciones terroristas no se les permitirá, enfatizo, no se les permitirá volver a amenazar la seguridad de Israel", declaró Netanyahu.
Horas antes de que los ministros israelíes aprobaran el acuerdo, el ejército llevó a cabo una intensa serie de ataques aéreos, atacando los barrios centrales de Beirut, que están dominados por Hezbollah, en el sur de la ciudad.
Los enfrentamientos entre estas dos partes se intensificaron en septiembre del año pasado, cuando Hezbollah comenzó a lanzar cohetes hacia Israel en apoyo a su aliado, Hamas, justo un día después de que terroristas palestinos atacaran Israel, provocando la muerte de 1200 israelíes y el secuestro de 250 más.
La escala del conflicto se incrementó cuando cientos de pagers de Hezbollah estallaron en un ataque atribuido a Israel.
Como respuesta, fuerzas israelíes eliminaron gran parte del liderazgo de Hezbollah a través de ataques aéreos, lanzaron una invasión terrestre en el sur de Líbano y bombardearon el norte del país.
Las consecuencias fueron devastadoras: más de un millón de libaneses y decenas de miles de israelíes fueron desplazados, resultando en más de 3000 libaneses y 100 israelíes muertos, alterando el equilibrio de poder en la región.
Este nuevo acuerdo de alto el fuego recuerda a la Resolución 1701 de la ONU, el pacto que puso fin al conflicto de 2006, que tuvo una duración de 34 días y dejó más de 1000 libaneses y 150 israelíes muertos.
Con esta tregua, Netanyahu busca centrar sus esfuerzos en la amenaza iraní, permitir que las fuerzas israelíes se reorganizen y distanciar el conflicto del enfrentamiento en Gaza.
Según los términos del acuerdo, Israel se retirará completamente del sur de Líbano, mientras que Hezbollah trasladará su artillería pesada al norte del río Litani, aproximadamente a 25 kilómetros de la frontera.
Durante un periodo de transición de 60 días, el ejército libanés se desplegará en la zona de seguridad fronteriza junto a la actual fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU.
A pesar de que Hezbollah había mantenido que no aceptaría un alto el fuego hasta que cesara la guerra en Gaza, la agrupación finalmente abandonó esa condición, dejando a Hamas en una posición de aislamiento.
Sin embargo, la tregua no tendrá un efecto inmediato en los combates en Gaza, donde al menos 42,000 palestinos habrían sido reportados muertos, y Hamas continúa teniendo en su poder a numerosos rehenes.
La situación en la Franja de Gaza sigue siendo un conflicto complejo y sin salida, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para mediar un alto el fuego entre Israel y Hamas.