El resultado de las elecciones en Irán ha llevado nuevamente a un candidato centrista de la facción reformista a la presidencia, con desafíos por delante.

Esto ha sido una señal histórica del creciente descontento dentro de Irán. Pezeshkian, un experimentado exlegislador y ministro de salud, ha prometido poner a #Irán en un curso de #reforma y moderación en los ámbitos de la política interna y externa.
Muchos iraníes se han sentido profundamente desilusionados con las imposiciones teocráticas del régimen, la mala gestión económica y la corrupción endémica.
También han rechazado el alto costo que implica el mantenimiento de fuerzas proxy regionales contra sus enemigos Israel y Estados Unidos. El nuevo #presidente se enfrenta al desafío de mejorar el panorama social y económico de su país, así como las relaciones con Occidente, y detener la disminución de la base de poder del régimen islámico.
El líder supremo, Ayatollah Ali Khamenei, ha mantenido el poder desde 1989, pero cada vez son más las voces que piden el fin de su sistema de gobierno.
A pesar de que anteriores presidentes reformistas como Mohammad Khatami y Hassan Rouhani buscaron abordar el malestar público y mejorar las relaciones exteriores
A pesar de que anteriores presidentes reformistas como Mohammad Khatami y Hassan Rouhani buscaron abordar el malestar público y mejorar las relaciones exteriores, sus logros fueron limitados debido a la oposición conservadora.