Las lluvias intensas causaron inundaciones en Emiratos Árabes Unidos y Omán, provocando caos en las carreteras y dejando vehículos abandonados en Dubai y zonas de Omán. El Aeropuerto Internacional de Dubai se vio afectado por los fuertes vientos, mientras que en Omán el saldo de muertos por las inundaciones aumentó a 18 personas.
En un inusual acontecimiento meteorológico, partes de Emiratos Árabes Unidos recibieron 2,5 veces la cantidad anual promedio de lluvia en tan solo 24 horas, provocando inundaciones en importantes autopistas y dejando vehículos abandonados en las calles de Dubai.
Mientras tanto, en Omán, el saldo de muertos por las devastadoras inundaciones ascendió a 18 personas, con otras aún desaparecidas y el sultanato preparándose para la tormenta.
Las intensas lluvias comenzaron durante la noche, creando grandes charcos en las calles mientras los vientos huracanados interrumpían los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Dubai, el más transitado del mundo en viajes internacionales y sede de la aerolínea de larga distancia Emirates.
Para la tarde, más de 120 milímetros de lluvia habían caído en la ciudad-estado, superando la cantidad promedio anual para un año en esta nación desértica.
En algunas zonas de Al-Ain, ubicada a 120 kilómetros al sur de Dubai, se registraron más de 250 milímetros de precipitación.
La policía y el personal de emergencia circularon lentamente por las calles inundadas, con las luces de emergencia parpadeando en la oscuridad de la mañana.
Los relámpagos iluminaban el cielo, tocando ocasionalmente la punta del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo.
Las escuelas en todo Emiratos Árabes Unidos, una federación de siete emiratos, cerraron en su mayoría antes de la tormenta, y los empleados gubernamentales trabajaban mayormente de forma remota si era posible.
Muchos trabajadores se quedaron en casa, aunque algunos se aventuraron a salir, con algunos desafortunados inundando sus vehículos en agua más profunda de lo esperada en algunas vías.
Las autoridades enviaron camiones cisterna a las calles y autopistas para bombear el agua acumulada, intentando restablecer la normalidad lo antes posible.