La decisión de EE.UU. de permitir a Ucrania utilizar armas americanas más allá de su territorio no conlleva un aumento en el riesgo nuclear, según fuentes de inteligencia.

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En un contexto tenso de la guerra en Ucrania, recientes análisis de inteligencia de Estados Unidos han indicado que la decisión de permitir a Ucrania disparar armas estadounidenses a una mayor profundidad dentro de Rusia no ha incrementado el riesgo de un ataque nuclear.

Según cinco fuentes cercanas a la inteligencia estadounidense, a pesar de las cada vez más belicosas declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, una escalada nuclear es considerada poco probable.

Desde el inicio del conflicto, que comenzó en 2014 con la anexión de Crimea, las tensiones entre Rusia y Occidente han ido en aumento.

A medida que la guerra se intensifica, Ucrania ha buscado apoyo militar más robusto de sus aliados, entre ellos Estados Unidos.

Uno de los temas debatidos ha sido el uso de misiles ATACMS, que tienen un alcance de hasta 306 kilómetros y que podrían potencialmente alcanzar objetivos en el territorio ruso.

Fuentes señalan que, en los últimos siete meses, las evaluaciones han afirmado de manera consistente que el suministro de estos misiles no cambiaría los cálculos nucleares por parte de Rusia.

De hecho, un funcionario del Congreso que fue informado sobre la situación expresó: "Los ATACMS no iban a cambiar la lógica nuclear de Rusia".

La semana pasada, Rusia lanzó un nuevo misil balístico en lo que muchos analistas interpretaron como una advertencia a Washington y sus aliados europeos, pero esta acción no ha alterado la percepción de que no habrá una escalada nuclear.

Los funcionarios estadounidenses han argumentado que aunque Rusia no buscaría ampliar sus fuerzas nucleares, intentará igualar lo que considera una escalada por parte de Estados Unidos.


Dentro del debate interno en la administración de Biden, surgieron dudas sobre si esta flexibilización en las restricciones sobre el uso de armas por parte de Ucrania valía la pena, considerando las posibles represalias de Putin.

Algunos representantes del gobierno, incluyendo aquellos en la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado, expresaron preocupaciones sobre un posible ataque a personal militar o diplomático estadounidense, así como a los aliados de la OTAN. Otros temían específicamente la escalada nuclear que podría resultar.

Sin embargo, la situación ha cambiado desde la reciente involucración de Corea del Norte en la guerra, lo que ha llevado a Biden a replantearse su postura.

Las decisiones tomadas en este contexto reflejan la complejidad de la política internacional y la intersección entre diversas amenazas geopolíticas.

Históricamente, la política de armas y la seguridad nacional han sido temas delicados para Estados Unidos, especialmente en el contexto de la Guerra Fría, cuando la dinámica entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba centrada en el equilibrio nuclear.

En la actualidad, la restauración de la propiedad territorial de Ucrania ha convertido a la preocupación por misiles nucleares en una discusión urgente.

A medida que las tensiones continúan aumentando, el enfoque estratégico de EE.UU. en apoyar a Ucrania es probablemente un indicativo de una nueva era de conflicto prolongado y cooperación internacional, donde la seguridad y el apoyo militar se vuelven esenciales para contener un adversario cada vez más agresivo.