Una menor de cuatro años con síndrome del intestino corto, que enfrentaba la expulsión del país, recibirá protección en Estados Unidos gracias a una decisión gubernamental tras una campaña de apoyo y presión política.
La pequeña padece del síndrome del intestino corto, una condición potencialmente mortal que impide que su cuerpo absorba adecuadamente los nutrientes necesarios para su supervivencia.
Esta afección, que en México no pudo ser tratada con éxito, la colocaba en una situación de extrema vulnerabilidad, y su ingreso a EE.UU. fue crucial para garantizar su cuidado médico.
El caso de Sofía no es aislado. Muchos migrantes enfrentan una realidad dura y desigual en cuanto al acceso a tratamientos especializados. La historia de esta niña se remonta a varios meses atrás, cuando la familia recibió un permiso de entrada humanitaria, que les permitió permanecer en suelo estadounidense y que fue fundamental para que los médicos pudieran brindarle atención especializada.
Sin embargo, en abril de 2023, las autoridades migratorias del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) notificaron a los padres que dicho permiso sería revocado, y que debían abandonar el país.
Esta decisión generó alarma y preocupación, ya que sin su tratamiento, las probabilidades de supervivencia de Sofía se reducían significativamente.
Deysi Vargas, madre de la pequeña, también fue afectada, ya que le cancelaron su permiso de trabajo, dejándola sin medios económicos para pagar las cuentas médicas o para cubrir los costos de desplazamiento desde Bakersfield, California, hasta Los Ángeles.
La familia se encontraba en una situación de gran inseguridad, con la amenaza constante de ser expulsados del país en medio de un proceso que ponía en riesgo la vida de la niña.
Frente a esta situación, la organización Public Counsel inició una campaña de presión para que las autoridades migratorias extendieran la protección de Sofía.
Las autoridades finalmente otorgaron nuevamente la protección humanitaria a Sofía
Gracias a las gestiones y a la presión política, incluyendo el respaldo de un grupo de aproximadamente 40 legisladores demócratas, encabezados por los senadores por California, Alex Padilla y Adam Shiff, las autoridades finalmente otorgaron nuevamente la protección humanitaria a Sofía.
Este cambio en la política migratoria en torno al caso de la menor representa un ejemplo de cómo la movilización social y la presión política pueden marcar la diferencia en las vidas de las personas más vulnerables.
Los médicos del Hospital Infantil de Los Ángeles han declarado que, sin su tratamiento actual, Sofía podría morir en cuestión de días. La familia ahora podrá continuar en Estados Unidos, asegurando que la pequeña reciba los cuidados que necesita para sobrevivir.
El caso de Sofía también evidencia las dificultades que enfrentan muchas familias migrantes en contextos similares, donde las políticas de eliminación de la libertad condicional humanitaria afectan directamente la salud y la vida de menores en riesgo.
