Análisis sobre la relevancia de la democracia en la India a través de las elecciones de 2024 y el compromiso de sus ciudadanos con el proceso electoral.

La India, el país más poblado del mundo, ha demostrado un profundo compromiso con la democracia a lo largo de su historia desde su independencia en 1947. Mientras que otras naciones poscoloniales han sufrido periodos de dictadura, la India ha mantenido firmemente su compromiso con la elección popular de líderes.

Solo la emergencia de 21 meses de Indira Gandhi estuvo cerca de desmantelar la fidelidad democrática de la India.

La reciente elección en 2024 ha vuelto a poner de manifiesto ese compromiso.

El primer ministro Narendra Modi ha logrado una amplia mayoría en la Cámara Baja de la India, el Lok Sabha, con una alianza de partidos que ha recibido el apoyo de los votantes.

Este resultado debería garantizar la continuidad de las reformas económicas de Modi, así como su compromiso con la apertura al mundo y los esfuerzos estratégicos en la región del Indo-Pacífico para cumplir la visión del Quad de una vecindad estable, próspera y libre.

Esta elección es también clave para Australia, que busca un acuerdo de libre comercio con la economía de más rápido crecimiento del mundo.

La India jugará un papel fundamental en el objetivo de Australia de convertirse en una superpotencia de energías renovables a nivel mundial.

Su impulso para aumentar la fabricación nacional, especialmente en tecnologías críticas, proporcionará una competencia muy necesaria en los mercados mundiales.

Como dijo Winston Churchill después de ser derrotado en 1945, 'la democracia es la peor forma de gobierno, excepto por todas las demás que se han intentado'. La India, al igual que otras democracias como Australia, demuestran que, a pesar de las expectativas de victoria previas, los gobiernos pueden perder.

La genialidad de la democracia radica en que son los ciudadanos, no las corporaciones, los encuestadores u otros expertos, los que deciden el resultado.