La llegada de incendios devastadores en Los Ángeles levanta la discusión sobre la efectividad y la ética de los servicios de bomberos privados en medio de una crisis climática.

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En un trágico día en Los Ángeles, Keith Wasserman, un residente de la zona de Pacific Palisades, lanzó un desesperado llamado de ayuda a través de las redes sociales, solicitando acceso a bomberos privados para proteger su hogar mientras el fuego consumía la vecindad.

Wasserman, cofundador de la empresa de inversión inmobiliaria Gelt Venture Partners, generó controversia en línea, reavivando el debate sobre la función de los servicios de bomberos privados en una era donde los incendios forestales, impulsados por el cambio climático, están superando la capacidad de respuesta de los gobiernos.

Tras su solicitud, la cuenta de Wasserman fue eliminada y no respondió a los pedidos de comentarios. En medio del caos, los vientos huracanados que azotaron la región incrementaron la velocidad del fuego en Pacific Palisades, lo que resultó en una carrera desesperada de los residentes para escapar de sus hogares.

Don Holter, propietario de Mt Adams Wildfire, un servicio de extinción de incendios de California del Norte, habló sobre la difícil situación. "Con esos vientos, el fuego viene directo hacia ti y no hay nada que puedas hacer para detenerlo", aseguró.

A medida que los incendios continuaban fuera de control, quedaron en evidencia las limitaciones de los equipos de bomberos privados que, aunque fueron solicitados, se enfrentaron a obstáculos significativos en su efectividad y respuesta.

La controversia no es nueva; en 2018, cuando la celebridad Kim Kardashian y el músico Kanye West dieron crédito a los bomberos privados por salvar su mansión de 55 millones de euros durante un incendio, muchos interpretaron el incidente como una muestra de la creciente desigualdad, donde los más adinerados pueden pagar protección para sus propiedades mientras la mayoría queda a merced de la tragedia.


Chris Dunn, fundador de Cover 6, una empresa de seguridad en el área de Los Ángeles, reconoció la necesidad de soporte en situaciones de emergencia.

"En diciembre, enviamos personal a la Universidad Pepperdine cuando el incendio Franklin amenazaba el campus", afirmó. Según la legislación californiana, los servicios de bomberos privados deben registrarse con las autoridades locales antes de ingresar a una zona afectada por un incendio forestal.

Dunn defendió que estos servicios no buscan reemplazar la seguridad pública, sino complementarla y apoyarla.

El debate sobre el uso de servicios de bomberos privados pone de relieve un problema más amplio sobre cómo las comunidades enfrentan la creciente frecuencia e intensidad de los incendios provocados por el cambio climático.

A medida que las llamas continúan arrasando regiones y la infraestructura pública se siente sobrepasada, la pregunta permanece: ¿Debería ser la protección contra incendios un privilegio reservado para aquellos que pueden pagar por ello? En un mundo donde el cambio climático se convierte en una amenaza más palpable, la discusión sobre la equidad y los recursos se vuelve más crítica que nunca.