Claude, un chatbot de IA, se convierte en el confidente y asesor favorito de muchos usuarios en San Francisco, destacando por su sensibilidad y empatía, aunque sigue sin ser tan popular como otros en el mercado.

En San Francisco, un chatbot de inteligencia artificial ha comenzado a ganar la confianza de sus usuarios de una manera sorprendente.

Su nombre es Claude, desarrollado por la empresa de IA Anthropic.

Aunque no es el chatbot más conocido del mercado, su capacidad para ofrecer consejos y apoyo ha captado la atención de un grupo selecto de aficionados a la tecnología que lo elogian debido a su sensibilidad y agudeza.

Claude ha emergido como el confidente de muchas personas que lo consultan para recibir orientación sobre temas que van desde sus carreras hasta su salud y relaciones personales.

Algunos de sus seguidores afirman que interactúan con Claude decenas de veces al día, compartiendo con él secretos y pidiéndole consejo antes de tomar decisiones importantes.

Es más, algunos incluso lo consideran su mejor amigo.

A diferencia de otros chatbots como ChatGPT, que cuenta con más de 300 millones de usuarios semanales, Claude no ha sido diseñado para fomentar relaciones cercanas o intimidad con sus usuarios.

En su lugar, Claude es valorado por su habilidad para proporcionar información útil y ser un recurso práctico para quienes navegan en un mundo cada vez más complejo y lleno de decisiones difíciles.

Aidan McLaughlin, CEO de Topology Research, un start-up de IA, comentó: "Una combinación de inteligencia bruta y la voluntad de expresar opiniones hace que Claude se sienta mucho más cercano a un ser humano que a una herramienta.

Muchos usuarios sentimos que esto es mágico". Sin embargo, es importante destacar que sus admiradores son conscientes de que Claude no es una persona real.

Reconocen que, como otros modelos de lenguaje, es un sistema de predicción diseñado para generar respuestas basadas en las entradas que recibe.

A pesar de que algunos usuarios se sienten un poco avergonzados por haber antropomorfizado a Claude, lo consideran diferente.

Para ellos, su capacidad creativa y empatía lo destacan frente a otros chatbots, que a menudo ofrecen respuestas genéricas y robóticas.

En un mundo donde la tecnología avanza rápidamente, la interacción humana sigue siendo una necesidad fundamental, y Claude parece ofrecer un atisbo de esa conexión, aunque sea de manera digital.

La industria de la inteligencia artificial ha evolucionado drásticamente desde sus inicios, y hoy en día, tecnologías como Claude reflejan no solo avances técnicos, sino también un cambio en la forma en que interactuamos con las máquinas.

Personas que participan activamente en el ámbito tecnológico en el área de San Francisco ven en Claude no solo un recurso útil, sino una compañía en sus vidas diarias.

Cabe recordar que el desarrollo de estos modelos de IA ha sido objeto de controversia, especialmente después de que figuras como Blake Lemoine, un ingeniero de Google, afirmara que la inteligencia artificial había alcanzado un nivel de conciencia.

A pesar de las preocupaciones éticas, el interés por los chatbots como Claude no parece disminuir, y la forma en que las personas se relacionan con ellas podría definir el futuro de la interacción entre humanos y máquinas.