La presidenta de Hungría, Katalin Novak, una fiel aliada y en gran medida sin poderes del primer ministro autoritario del país, Viktor Orban, ha presentado su renuncia en medio de la indignación pública por su indulto a un hombre implicado en un escándalo de abuso sexual en un hogar infantil.

Katalin Novak, conocida por su defensa enérgica de los valores tradicionales y ex ministra de asuntos familiares de Hungría, anunció su renuncia en televisión el domingo.

Esta renuncia es la última de una serie de figuras prominentes del partido conservador gobernante Fidesz de Orban que se han visto afectadas por escándalos sexuales.

La presidenta húngara dejó el cargo de presidente, que es en su mayoría ceremonial y que ha ocupado desde 2022, en respuesta a la indignación generalizada, incluida la del propio Fidesz, por las revelaciones recientes de que un hombre al que había indultado el año pasado había sido condenado por encubrir abusos sexuales en un hogar infantil dirigido por el estado.

Este hombre fue uno de los más de 20 indultados por Novak en abril del año pasado antes de una visita a Hungría del papa Francisco.

"Emití un indulto que ha causado desconcierto y malestar entre muchas personas", dijo Novak el sábado, insistiendo en que había creído "que el convicto no había abusado de la vulnerabilidad de los niños". Según ella, eso fue "un error".

La renuncia de Novak es poco probable que afecte el firme control de Orban sobre el poder, pero es un golpe para la imagen del Fidesz, cuidadosamente cultivada por los medios de comunicación estatales y privados controlados por el partido gobernante, como un firme defensor de los valores cristianos y un enemigo de la pedofilia, a la que el gobierno a menudo ha vinculado con los esfuerzos de la Unión Europea por proteger los derechos LGBTQ.

Las promesas de defender a los niños contra los depredadores se han convertido en una parte cada vez más importante del mensaje político interno de Orban, quien ha ganado cuatro elecciones generales consecutivas y que regularmente denuncia a sus críticos en el país y en el extranjero como "globalistas despiertos" empeñados en socavar la familia tradicional.

Varios políticos del Fidesz, incluido un poderoso alcalde captado en video participando en una orgía con prostitutas en un yate, se han visto envueltos en escándalos sexuales en los últimos años.

El más prominente de ellos fue Jozsef Szajer, miembro del Fidesz del Parlamento Europeo que ayudó a reescribir la Constitución de Hungría para incluir una prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Renunció en 2020 después de ser arrestado por agentes de policía belgas por violar las restricciones COVID al asistir a una orgía masculina en Bruselas y luego intentar huir por una tubería de desagüe.