Gordon Ng, un ciudadano australiano, ha sido sentenciado a prisión en Hong Kong como parte de un caso más amplio contra activistas pro-democracia, reflejando el endurecimiento del control político en la región.
Hong Kong ha sido escenario de un notable desarrollo en el ámbito de la justicia y el control político, donde un tribunal local ha sentenciado al ciudadano australiano Gordon Ng a un total de siete años y tres meses de prisión.
Esta sentencia forma parte de una serie de condenas a 47 activistas pro-democracia, muchos de los cuales son ex políticos de la oposición, y se realiza en el marco de la amplia y controvertida ley de seguridad nacional impuesta por Pekín.
La condena de Ng es el resultado de su participación en unas elecciones primarias no oficiales celebradas en julio de 2020, las cuales fueron interpretadas por el gobierno chino como conspiración para llevar a cabo subversión.
Durante un juicio que se extendió durante 118 días, un total de 14 personas fueron declaradas culpables, siendo Ng uno de los condenados más destacados.
Entre los sentenciados, se encuentra Benny Tai, un académico y activista aclamado, quien recibió una de las penas más severas de 10 años, lo que ha generado fuertes críticas tanto a nivel local como internacional.
Expertos en derechos humanos han calificado este proceso judicial como uno diseñado para eliminar la oposición política en la ciudad financiera, que ha sido un bastión de la libertad de expresión en Asia.
La amplitud de las sentencias varió entre cuatro y diez años, aunque muchos esperan sanciones aún más severas, sujetas a las drásticas medidas impuestas por la ley de seguridad nacional.
Gordon Ng, quien se educó en el prestigioso Waverley College de Sídney y luego estudió matemáticas y comercio en la Universidad de Nueva Gales del Sur, ha estado en prisión desde su arresto en febrero de 2021. La reacción del gobierno australiano no se ha hecho esperar, con la Ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, expresando su profunda preocupación por el caso de Ng y por la situación general de los activistas pro-democracia en Hong Kong.
"Australia ha expresado nuestras fuertes objeciones a las autoridades chinas y de Hong Kong sobre la continua aplicación amplia de la legislación de seguridad nacional, incluyendo en aplicación a ciudadanos australianos", comentó Wong.
La Ministra también subrayó que este es un momento profundamente difícil para Ng y sus seres queridos, extendiendo sus pensamientos y apoyo hacia él y sus seguidores.
La situación actual en Hong Kong refleja un cambio significativo en la política de la región, donde las libertades civiles y la capacidad de clamar por derechos democráticos se ven cada vez más bajo amenaza.
Estas condenas han generado preocupaciones sobre el futuro de la democracia y los derechos humanos en Hong Kong, un lugar que representa uno de los intercambios culturales y económicos más relevantes de Asia, pero que ahora enfrenta el desafío de un control político creciente.