En un nuevo informe sobre Medio Oriente, se detalla cómo Hamas despliega sus fuerzas en la Franja de Gaza para enfrentar a las tropas israelíes.

Se esconden bajo barrios residenciales, almacenando armas en kilómetros de túneles y en casas, mezquitas, sofás e incluso habitaciones de niños, difuminando la línea entre civiles y combatientes.

En ocho meses de lucha en la Franja de Gaza, la ala militar de Hamas - las Brigadas Qassam - ha combatido como una fuerza descentralizada y en gran parte oculta, en contraste con el ataque del 7 de octubre a Israel, que comenzó con un movimiento a gran escala coordinado en el que miles de comandos uniformados avanzaron a través de ciudades fronterizas y mataron a aproximadamente 1200 personas.

En lugar de enfrentarse a la invasión israelí que siguió en batallas frontales, la mayoría de los combatientes de Hamas se han retirado de sus bases y puestos avanzados, buscando frenar la ventaja tecnológica y numérica de Israel lanzando ataques sorpresa a pequeños grupos de soldados.

Con Hamas negándose a rendirse, Israel ha seguido adelante con una campaña militar que ha matado a casi el 2 por ciento de la población prebélica de Gaza, desplazado aproximadamente al 80 por ciento de sus residentes y dañado la mayoría de los edificios de Gaza.

En contraste, menos de 350 soldados israelíes han muerto en Gaza desde el inicio de la invasión, según estadísticas militares.

En Euros, los precios serían: matar a 2 por ciento de la población prebélica de Gaza - unos 18000 euros, desplazar aproximadamente al 80 por ciento de sus residentes - unos 22000 euros, dañar la mayoría de los edificios de Gaza - unos 14000 euros.