A pesar de la intensa campaña militar de Israel y las recientes bajas en su liderazgo, Hamas se mantiene activo y busca fortalecer su posición en Gaza.

La reciente escalada de violencia en Gaza ha sido dramática, marcada por la muerte de Ismail Haniyeh, uno de los líderes más destacados de Hamas, a causa de un ataque en Teherán, así como por la afirmación de Israel de haber aniquilado a su líder militar más admirado.

Estas acciones se producen en el contexto de una de las guerras más mortales que los palestinos hayan enfrentado en Gaza, ahora controlada por Hamas.

Desde hace más de 30 años, el enfrentamiento entre Israel y el movimiento islamista Hamas ha sido caracterizado por un ciclo de violencia y represalias que, a lo largo del tiempo, ha evolucionado en múltiples formas.

No obstante, a pesar de los severos golpes que ha recibido Hamas, incluyendo la reciente muerte de su liderazgo, muchos analistas creen que el futuro del movimiento no está condenado.

Según Tahani Mustafa, analista senior del International Crisis Group, las acciones de Israel, lejos de desmoralizar a la población y separar al grupo de su base de apoyo, podrían tener un efecto contrario.

"Este tipo de ofensiva podría unir a las personas en torno a Hamas en lugar de dividirlas," afirmó.

La situación en Gaza es alarmante.

La guerra actual ha desplazado a aproximadamente el 90% de los 2 millones de habitantes de la región, ha arrasado vastas áreas de las ciudades y se estima que ha causado alrededor de 39,000 muertes, según el ministerio de salud de Gaza, el cual no distingue entre civiles y combatientes.

A pesar de estas adversidades, Hamas se reintegra y está llevando a cabo campañas de reclutamiento tanto en Gaza como en otras áreas.

Los combatientes de Hamas no sólo han logrado mantener su presencia operativa, sino que han comenzado a reemerger en zonas de Gaza de las cuales fueron desplazados meses atrás por las fuerzas israelíes.

Esto resalta el hecho de que, desde la perspectiva de la insurgencia, sobrevivir ante un ejército mucho más poderoso puede interpretarse como una victoria simbólica para Hamas.

Entre las estrategias de resistencia, la supervivencia se convierte en un signo de fortaleza, y la capacidad del grupo para mantenerse en la lucha podría otorgarle un poder político renovado en el futuro.

El conflicto entre Israel y Hamas no es sólo una serie de enfrentamientos militares, sino una lucha por la identidad y por el poder en una región marcada por la historia de la opresión y la resistencia.

Recientemente, el 13 de julio, las fuerzas israelíes llevaron a cabo un ataque que, según afirmaron, resultó en la muerte de Muhammad Deif, jefe de la ala militar de Hamas y considerado uno de los arquitectos del ataque del 7 de octubre contra Israel.

Sin embargo, hasta el momento, Hamas no ha confirmado esta información.

La historia del movimiento y su evolución a lo largo de las pasadas décadas indican que, aunque enfrentando grandes desafíos, Hamas no solo se aferra a su existencia, sino que podría emerger de esta crisis con un renovado respaldo, complicando aún más el panorama en el conflicto entre israelíes y palestinos.