La historia detrás de la lista de tarjetas de Navidad del expresidente George H.W. Bush y su esposa Barbara Bush.

En la década de 1980, cuando el calendario pasaba de abril a mayo, Dot Burghard sacaba los sobres y los bolígrafos azules y comenzaba un proceso que duraría siete meses o más.

Burghard, una voluntaria en la Oficina del Vicepresidente en Houston, pasaba sus veranos y otoños dirigiendo sobres para una gran tarea: la lista de tarjetas de Navidad de George H.W. Bush.

Esta operación, que llegó a tener alrededor de 30,000 destinatarios en su punto máximo, requería una fecha de inicio dos temporadas antes de las vacaciones.

Y cuando llegaba diciembre, Burghard era acompañada por un grupo de voluntarias, todas mujeres, que convertían la oficina en una fábrica de tarjetas al estilo de Hallmark.

Muchos políticos se comunican con los principales donantes y aliados durante las fiestas, pero Bush, tanto como vicepresidente como presidente, llevó esta práctica a otro nivel.

El proceso duraba casi todo el año, culminando en febrero o marzo, cuando se investigaban y rectificaban las cartas que eran devueltas al remitente.

“La lista de tarjetas de Navidad incluía a todos, desde su peluquero y el camarero de su restaurante favorito hasta la Reina Isabel”, dijo Jean Becker, jefa de personal del presidente durante mucho tiempo.

“Y todos los que están en medio.

Todos recibieron la misma tarjeta”.

La operación comenzó como una manera para que Bush y su joven familia se mantuvieran en contacto con todas las personas que dejaron en Connecticut cuando se graduó de Yale en 1948 y se mudaron a Texas para ingresar al negocio del petróleo.

El pensamiento de la familia era que un amigo es un amigo, y no tenían interés en perder a ninguno de ellos.

La lista de tarjetas creció al mismo ritmo que su círculo en constante crecimiento.

Barbara Bush organizaba la lista con tarjetas de archivo para asegurarse de que nadie se quedara fuera.

Guardaba las tarjetas en un catálogo de la biblioteca de madera que contenía hasta 16 cajones.

(El número exacto varía según los recuerdos).

Gregg Petersmeyer, un amigo de la familia, encontró el armario por primera vez mientras visitaba a los Bush en China en 1975, cuando el futuro presidente se desempeñaba como enlace estadounidense, el embajador de facto antes de que comenzaran las relaciones diplomáticas oficiales en 1979, bajo la presidencia de Gerald Ford.

Barbara Bush le dijo que era para sus amigos a quienes enviaban tarjetas de Navidad, explicó en el libro de 2020 'Perlas de Sabiduría', que fue acreditado póstumamente a Barbara Bush, pero que contenía recuerdos de personas de su círculo cercano.