En Washington, a medida que el número de víctimas mortales en Gaza supera los 10.000, la administración de Biden enfrenta una creciente presión en el país y en el extranjero para obligar a Israel a tomar medidas para minimizar las muertes de civiles en su intento de expulsar a los militantes de Hamas que lo atacaron el 7 de octubre.

Funcionarios estadounidenses están enfatizando públicamente y en privado la necesidad de proteger vidas humanas en la Franja de Gaza, donde el grupo militante islamista Hamas gobierna a más de 2,3 millones de palestinos.

Se está presionando para un alto el fuego para permitir la entrada de alimentos y el reasentamiento de los residentes.

Críticos afirman que los esfuerzos de Estados Unidos no están dando resultados después de un mes de bombardeos israelíes a civiles.

El lunes, los líderes de varios organismos principales de las Naciones Unidas se unieron en un llamado a un alto el fuego humanitario en Gaza, donde las autoridades sanitarias dijeron que el número de muertos superaba los 10.000.

Según una encuesta de Reuters/Ipsos, la gran mayoría de los estadounidenses desean que Estados Unidos negocie para sacar a los ciudadanos de Gaza de la zona de peligro.

Bernie Sanders, senador independiente de Estados Unidos, dijo el domingo que Israel tenía todo el derecho de defenderse contra la "horrible organización terrorista" de Hamas.

"Pero lo que Israel no tiene derecho, en mi opinión, es matar a miles y miles de hombres, mujeres y niños inocentes que no tenían nada que ver con ese ataque", dijo Sanders en el programa State of the Union de CNN.

Sanders, un exaspirante presidencial demócrata, expresó los sentimientos de muchos de los compañeros demócratas del presidente Joe Biden, grupos de derechos humanos y gobiernos de Europa y Oriente Medio que abogan por la moderación.

Dado que Estados Unidos brinda a Israel 3.800 millones de euros al año en ayuda militar, Sanders dijo: "Tenemos derecho a decir, 'Lo siento, necesitas una nueva estrategia militar'".