La reciente muerte del líder de Hamas, Yahya Sinwar, ha llevado a Israel y sus adversarios a reafirmar su compromiso con la lucha en Gaza y Líbano, frustrando las esperanzas de un cese del fuego.

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Jerusalén/Cairo: Las promesas de Israel y sus adversarios, Hamas y Hezbollah, de continuar la lucha en Gaza y Líbano han desvanecido las esperanzas de que la muerte del líder militante palestino, Yahya Sinwar, pudiera marcar el inicio del fin de más de un año de guerra en aumento en el Medio Oriente.

Líderes mundiales, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien se reunió el viernes con los líderes de Alemania, Francia y el Reino Unido, habían expresado su esperanza de alcanzar un alto el fuego ahora que Sinwar ya no estaba en el panorama.

Sin embargo, estas expectativas se desmoronaron rápidamente después de que Hamas confirmara la muerte de Sinwar y reitera su postura de que los rehenes israelíes no serán liberados hasta que las tropas israelíes se retiren.

Esta declaración contrasta con lo mencionado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien había afirmado, un día antes, que su país continuaría la lucha hasta que se liberaran a los rehenes.

Por su parte, Irán, considerado el principal patrocinador de los militantes, también respondió que la muerte de Sinwar solo avivaría "el espíritu de resistencia", mientras que Hezbollah anunció que está entrando en una nueva fase en su lucha contra las tropas israelíes.

En un comunicado desde su sala de operaciones, Hezbollah informó que sus combatientes han utilizado, por primera vez, nuevos tipos de misiles guiados de precisión y drones explosivos en sus ofensivas.


Yahya Sinwar, quien fue el arquitecto del ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza, fue abatido por soldados israelíes en el enclave palestino el miércoles.

Un video mostró a Sinwar lanzando un objeto hacia un dron mientras se encontraba herido.

Netanyahu, al referirse a su muerte, la catalogó como un hito, pero reafirmó que la guerra continuaría.

Según sus palabras, "la guerra, mis queridos, no ha terminado todavía", reitera que la lucha persistirá hasta que Hamas entregue a los rehenes.

"Tenemos ante nosotros una gran oportunidad para detener el eje del mal", agregó Netanyahu, aludiendo a Irán y sus aliados militantes en la región, que incluyen a actores en Siria, Irak y Yemen.

Esta escalada en el conflicto plantea retos significativos para la comunidad internacional y complica aún más la situación humanitaria en Gaza y Líbano, donde cientos de miles han sido desplazados por los enfrentamientos.

Históricamente, la zona ha sido un escenario de tensiones acumuladas y conflictos bélicos que han afectado a millones de personas en la región.

La situación actual refleja un ciclo de violencia que no solo involucra a los actores locales, sino que también atrae la atención y la intervención de potencias extranjeras, exacerbando la fragilidad de la paz en el Medio Oriente.