Un joven de 23 años relata cómo un ataque del Ejército israelí acabó con la vida de 38 miembros de su familia en Yabalia, en el norte de Gaza, dejando una huella imborrable en su vida y en la historia reciente del conflicto en la región.

Abdul Rahim Al Khader, un periodista de 23 años nacido en Gaza, vivió en carne propia la trágica realidad del #conflicto entre #Israel y Palestina. La madrugada del 6 de junio, su vida cambió para siempre cuando un ataque aéreo israelí destruyó su vivienda en Yabalia, una de las zonas más afectadas del norte de Gaza.
En ese momento, Rahim, que se encontraba en la calle a unos 50 metros del edificio, presenció una escena desgarradora: debajo de su padre, que yacía muerto en la calle, estaban los restos de su primo, hecho pedazos, y a unos metros, su otro primo.
La magnitud de la tragedia dejó al joven sin palabras y con un semblante totalmente inerte, hablando con una voz monótona y sin expresión alguna.
Este joven periodista, que en años anteriores había documentado numerosos crímenes y atrocidades en la región, nunca imaginó que su propia #familia sería víctima de una de las peores masacres en #Gaza en los últimos tiempos.
Según relató a la agencia EFE, en una entrevista desde un lugar de desplazamiento en la ciudad de Gaza, la experiencia ha sido un golpe duro que le ha hecho cuestionarse la brutalidad del conflicto.
“He cubierto muchos crímenes durante la guerra israelí, pero nunca pensé que la tragedia llegaría tan de cerca, a mi propia familia. Pensé en perder a uno, a dos, quizás a cinco, pero no en perder a toda mi familia”, confesó.
La historia de Rahim no es aislada. La noche del ataque, su tío fue el único sobreviviente entre los residentes del edificio, ya que él había salido en busca de un carro tirado por animales para evacuar a mujeres y niños, quienes horas después murieron en el bombardeo.
La pérdida de su familia ocurrió mientras él estaba en la calle, en una circunstancia que refleja la crudeza de la #violencia en Gaza. La festividad del Aid al Adha, que conmemora el sacrificio y tiene un profundo significado religioso y cultural para los musulmanes, fue la razón por la que Rahim salió de su casa esa mañana.
Sin embargo, en cuestión de horas, ese acto de devoción se convirtió en una tragedia personal.
Hacia las 10:30 de la mañana, Rahim se dirigió a su trabajo, pero su vida cambió radicalmente cuando su hermana le llamó para informarle que su edificio había sido alcanzado por un bombardeo.
Gaza: Los hospitales al borde del colapso por falta de combustible y suministros médicos
Hospitales en la devastada Gaza se quedarán sin combustible para alimentar los generadores vitales en tres días. La única central eléctrica de la zona ha cerrado. El Subministro de Salud de Gaza advierte que las camas y suministros médicos están al borde del agotamiento. Médicos Sin Fronteras ha donado suministros. Tres semanas de suministros se han utilizado en tres días, según MSF.La escena que encontró fue apocalíptica. “Me dirigí con la ambulancia a la casa. Cuando llegamos, a unos 50 metros, dos tanques dispararon contra nosotros. Nos vimos obligados a retirarnos por el peligro inminente”, relató con tristeza. La desesperación aumentó cuando un vecino le comentó que vio a su padre salir volando a causa de la explosión. Rahim, incrédulo, insistió en que era imposible, pero el vecino afirmó con certeza: “Lo vi con mis propios ojos”.
A pesar del temor, Rahim decidió regresar al lugar con un carro tirado por un burro, acompañado por el mismo vecino que le advirtió sobre su padre.
La escena que encontró fue desgarradora. Restos dispersos de su familia estaban por doquier. Primero encontró la mano de su madre junto a la de su hermano, y con lágrimas en los ojos, se aferró a ella hasta el final. La devastación fue tal que en total perdió a 38 familiares, muchos de los cuales aún permanecen bajo los escombros. Entre los restos, Rahim logró enterrar a cinco personas y recolectar una bolsa de restos que pesaba aproximadamente 180 kilos, equivalente a dos adultos.
El portavoz del Ejército israelí, Nadav Shoshani, justificó el ataque afirmando que se dirigieron a la zona tras identificar a varios supuestos terroristas que representaban una amenaza.
En su declaración en la red social X (antes Twitter), añadió que en el edificio se produjeron “explosiones secundarias”, lo que indicaba la presencia de armas.
Sin embargo, las cifras oficiales y las estimaciones independientes aún no ofrecen una cifra precisa de los muertos, y organizaciones internacionales continúan evaluando la situación en el terreno.
Este caso es solo uno entre muchos en un conflicto que ha dejado miles de muertos y desplazados en Gaza. La historia de Rahim refleja el impacto humano y personal que la violencia genera en una población ya acostumbrada a vivir en medio de la guerra. La comunidad internacional sigue llamando a la calma y al respeto por los derechos humanos, mientras que en Gaza, cada día trae nuevas historias de dolor y pérdida que conmueven al mundo entero.
La tragedia de Rahim y su familia se suma a la larga lista de hechos que evidencian la necesidad de buscar una solución duradera y que respete la vida y la dignidad de todos los habitantes de la región.