Los enfrentamientos entre Hamas e Israel en la Franja de Gaza han dejado una estela de ruinas y desolación. Edificios destrozados, calles devastadas y una costa convertida en un campamento militar son algunas de las consecuencias de esta larga batalla.
En el norte de la costa de Gaza, durante la tarde del sábado, se veían los signos de la batalla entre la milicia palestina Hamas y el ejército israelí. Las paredes de una escuela habían quedado en ruinas, el minarete de una mezquita estaba inclinado hacia un costado y el techo de una villa frente a la playa había desaparecido, dejando un sofá expuesto a los elementos.
El ejército israelí, tras ocho días de combate, ha avanzado varios kilómetros al sur, llegando a las afueras de la ciudad de Gaza, el bastión de Hamas, y estableciendo el control sobre la parte norte de la carretera costera de Gaza.
Hasta hace menos de un mes, la costa norte de Gaza era un tranquilo paseo marítimo, salpicado aquí y allá de complejos turísticos y hoteles.
Sin embargo, este sábado se encontraba convertida en un gigantesco campamento militar israelí.
Israel afirma que todos los lugares dañados a lo largo de la costa de Gaza habían servido en algún momento como refugio para los militantes de Hamas.
Largas filas de infantería avanzaban por la carretera, levantando nubes de polvo.
En las dunas de arena al este de la carretera, largas filas de tanques y vehículos blindados dominaban el paisaje.
Muchos edificios estaban destrozados, con agujeros de bala en sus paredes.
Algunos, probablemente, fueron alcanzados desde el aire durante la campaña de bombardeo israelí, que según la Autoridad de Salud de Gaza, controlada por Hamas, ha dejado más de 9000 personas muertas.
Esta feroz batalla continúa, causando estragos en Gaza y dejando a su paso una estela de destrucción y dolor.
Esperamos que la situación se resuelva pronto y se logre una paz duradera en la región.