Israel intensifica su ofensiva en Gaza y Líbano, causando numerosas víctimas y aumentando la crisis humanitaria en la región.
En medio de un conflicto que parece no tener fin, Israel ha llevado a cabo una serie de intensos bombardeos en el noreste de Líbano, dejando al menos 45 muertos, según informaron las autoridades locales.
Estos ataques aéreos han destruido lo que eran antes vibrantes bloques de vecindarios en los suburbios del sur de Beirut, dejando a su paso un panorama de ruinas humeantes.
Mientras tanto, en el centro de Gaza, los palestinos recuperaron los cuerpos de 25 personas que murieron a causa de una ofensiva aérea israelí que comenzó el jueves, según funcionarios hospitalarios.
Las fuerzas israelíes afirmaron que sus ataques estaban dirigidos a la infraestructura de Hamas, en las cercanías del campamento de refugiados de Nuseirat.
La escalada de violencia se produce en un contexto de recientes esfuerzos diplomáticos de la administración Biden, a solo días de las elecciones en Estados Unidos, para alcanzar acuerdos de alto el fuego temporales.
Israel ha intensificado su ofensiva contra los combatientes restantes de Hamas en Gaza, destruyendo áreas en el norte y despertando temores sobre el deterioro de las condiciones humanitarias para los civiles que aún permanecen en la región.
En las últimas semanas, Israel ha ampliado su estrategia de bombardeos en Líbano, dirigiendo sus ataques hacia ciudades urbanas más grandes como Baalbek, después de haber comenzado centrando sus esfuerzos en pequeñas aldeas fronterizas en el sur, donde Hezbollah tiene un profundo apoyo.
Este grupo, respaldado por Irán, no solo es un importante partido político en Líbano, sino también un proveedor clave de servicios sociales.
Hezbollah respondió al ataque liderado por Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, disparando cohetes, drones y misiles desde Líbano en solidaridad.
Este conflicto se ha intensificado hasta convertirse en una guerra abierta desde el 1 de octubre, cuando las fuerzas israelíes lanzaron una invasión terrestre en el sur de Líbano, una acción que no se había llevado a cabo desde 2006.
Sin embargo, la violencia ha golpeado también a zonas que tradicionalmente se habían mantenido al margen de los peores bombardeos, como las pequeñas aldeas agrícolas en el noreste de Líbano.
Este viernes, Israel realizó una serie de bombardeos aéreos que resultaron en la muerte de al menos 45 personas, lo que provocó que muchas familias huyeran llevándose consigo lo que podían y dejando atrás una estela de humo que se alzaba en el horizonte.
El aumento de los bombardeos israelíes en torno a la ciudad de Baalbek ha llevado a que aproximadamente 60,000 personas abandonen sus hogares, dejando vacías muchas de las pequeñas aldeas de la zona.
Según Hussein Haj Hassan, un legislador libanés que representa la región, la situación es preocupante.
Los rescatistas han estado buscando a sobrevivientes después de que los bombardeos mataran a siete personas en la localidad de Younine, donde se derrumbó un edificio que se cree albergaba a 20 personas.
Otros ataques en el noreste causaron 11 muertes en la aldea de Amhaz, además de cinco personas fallecidas en Nahleh y otras 14 a través del Valle del Bekaa.
Este nivel de violencia está generando un estado de crisis humanitaria que sigue empeorando en la región.