Un ataque aéreo israelí en un campamento de refugiados en Gaza dejó al menos 40 muertos y numerosos heridos en una zona humanitaria, según funcionarios palestinos.

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En las primeras horas de este martes, un ataque aéreo israelí impactó un abarrotado campamento de tiendas que albergaba a palestinos desplazados por la guerra en Gaza, resultando en la muerte de al menos 40 personas y dejando a 60 más heridas, según informaron funcionarios palestinos.

Las autoridades locales señalaron que la ofensiva se produjo en un área designada como zona humanitaria, conocida como Al-Mawasi, donde muchas familias buscaron refugio.

Los equipos de rescate, pertenecientes a la Defensa Civil que opera bajo el gobierno de Hamas, han estado trabajando sin descanso en la recuperación de cuerpos, indicando que muchas familias enteras han sido víctimas de este ataque mientras se resguardaban en sus tiendas.

Testigos en el lugar relatan haber visto grandes cráteres en el suelo, producto de la intensidad del bombardeo, mientras que los rescatistas, utilizando herramientas improvisadas y sus propias manos, intentaban remover escombros en la búsqueda de sobrevivientes o cuerpos atrapados.

El Hospital Nasser en Khan Younis, uno de los tres centros médicos que recibieron a los heridos, reportó que alrededor de una veintena de cadáveres fueron trasladados para su identificación y atención.

Las heridas varían en gravedad, y el hospital ha estado lidiando con una avalancha de pacientes desde la mañana, reflejando la devastadora realidad del conflicto que afecta a esta región desde hace meses.

Desde el inicio de las hostilidades tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, el conflicto ha causado miles de bajas y el sufrimiento de innumerables civiles.


El ejército israelí, por su parte, afirmó que su objetivo era un grupo de militantes de Hamas que operaban en un centro de mando y control.

Según declaraciones del gobierno israelí, se realizaron esfuerzos para utilizar municiones precisas y medios de vigilancia aérea con el fin de minimizar las bajas civiles.

Sin embargo, se plantea una creciente preocupación sobre la veracidad de estas afirmaciones, ya que Hamas ha negado la presencia de sus combatientes en la zona y ambas partes no han ofrecido pruebas concretas que respalden sus declaraciones.

En medio de esta crisis, el pueblo palestino continúa sufriendo las consecuencias de un conflicto que parece no tener fin, en el que tanto los civiles como la infraestructura del país se ven severamente comprometidos.

El conflicto en Gaza ha resonado no solo en los territorios palestinos, sino en el ámbito internacional, aumentando la presión sobre las naciones y organismos para que intervengan.

La situación humanitaria sigue deteriorándose, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de la población y la posibilidad de una resolución que permita la paz duradera en la región.

Con muchos desplazados viviendo en condiciones precarias y la continua violencia, la urgencia de atención internacional se vuelve más apremiante.