En San Petersburgo, Rusia, se celebró un funeral privado para despedir a Yevgeny Prigozhin, poniendo fin a una tumultuosa trayectoria desde pandillero callejero en San Petersburgo hasta líder mercenario financiado por el Kremlin.

El servicio se llevó a cabo detrás de puertas cerradas y sus portavoces dirigieron a aquellos que deseen despedirse del jefe de la empresa militar privada Wagner a dirigirse al cementerio de Porokhovskoye en su ciudad natal.

Esta declaración puso fin a la especulación mediática sobre dónde y cuándo sería enterrado Prigozhin, con su funeral envuelto en secreto.

Sobre la tumba de Yevgeny Prigozhin en el cementerio de Porokhovskoye en San Petersburgo, Rusia, se veía una cruz de madera que se alzaba sobre su tumba cubierta de flores.

Cerca se encontraba una bandera rusa y una bandera negra de Wagner.

Los medios rusos citaron a fuentes no identificadas que afirmaron que Prigozhin fue enterrado el martes sin ninguna publicidad, según los deseos de su familia.

Los miembros de la Guardia Nacional Rusa se encontraban junto a la cerca del cementerio, dirigiendo a los visitantes después de su cierre.

El portavoz de Putin dijo que el presidente no asistiría al servicio.

El líder ruso había calificado la rebelión armada en junio como "traición" y "un puñal en la espalda". El secretismo y la confusión en torno al funeral del Prigozhin y sus principales lugartenientes reflejaron un dilema enfrentado por el Kremlin en medio de especulaciones sobre que el accidente fue una vendetta por su levantamiento del 23 al 24 de junio.

Aunque intentó evitar cualquier ceremonia pomposa para él, el Kremlin no podía permitirse denigrar a Prigozhin, quien supuestamente recibió el más alto reconocimiento de Rusia por liderar las fuerzas de Wagner en Ucrania y era idolatrado por muchos de los halcones del país.

Los comentarios de Putin sobre la muerte de Prigozhin reflejaron esta postura cautelosa.

Señaló la semana pasada que los líderes de Wagner "hicieron una contribución significativa" en la lucha en Ucrania y describió a Prigozhin como un "talentoso empresario" y "un hombre de destino difícil" que había "cometido graves errores en la vida".

El funeral de Yevgeny Prigozhin marca el fin de una controvertida figura en Rusia, cuya muerte ha dejado preguntas sin respuesta y un legado de conflicto y misterio.