En Tagaytay, Filipinas, un ex-limpia piscinas identificado como Ronel Estipona Perido ha sido acusado de ingresar a una habitación de hotel para asesinar a dos turistas australianos y su familiar, y se cree que sus motivos podrían alternar entre la desesperación económica y un deseo de venganza tras ser despedido del lugar.

Según los fiscales, Perido, quien estaba en la veintena, presuntamente hizo su entrada al hotel Tagaytay Lake en julio a través de la ventana del balcón, posiblemente mientras sus víctimas dormían.

La tragedia involucra al australiano David Fisk y su pareja, Lucita Barquin Cortez, quienes fueron hallados muertos en su habitación.

Se sospecha que el acusado asesinó primero a Fisk y luego permaneció en la habitación, sometiendo a las mujeres, la pareja Filipina-australiana Lucita y su nuera Mary Jane Cortez, a exigencias de dinero para su cuenta de apuestas en línea.

De acuerdo con los informes, al no obtener más beneficios económicos de ellas, también decidió acabar con sus vidas.

Las investigaciones revelaron que Perido había sido despedido del hotel por robo y podría haber estado resentido por no recibir su último salario, lo que lo llevó a buscar una forma de financiar su adicción al juego en línea.

Días después del crimen, el alcalde de Tagaytay aseguró al jefe de la policía local que debía hacer avances en la investigación en una semana, o de lo contrario, podría enfrentar su despido.

Esta presión parece haber acelerado el proceso, y el ex-empleado fue arrestado pronto.

Durante una breve comparecencia en un tribunal cerrado, Perido fue visto en un banco de madera junto a su tía, quien llegó a brindarle apoyo.

Vestía un uniforme de cárcel que consistía en pantalones marrón y una camiseta amarilla con la frase "Persona Privada de Libertad". Este aspecto refleja cómo el sistema penitenciario en Filipinas aborda estos casos, donde los procedimientos judiciales generalmente son opacos y carecen de la transparencia esperada.

El hallazgo de los cuerpos en la habitación del hotel ha conmovido no solo a la comunidad local, sino que también ha atraído la atención internacional, dada la conexión de las víctimas con Australia.

La brutalidad del crimen ha suscitado un diálogo sobre la seguridad de los turistas en el país, que es conocido por su belleza natural y sus atractivos turísticos.

Este caso resalta la importancia de un sistema judicial efectivo, especialmente en situaciones que involucran a ciudadanos extranjeros, asegurando que la grasa justicia sea servida y que las condiciones en que se llevan a cabo los juicios sean justas y accesibles para todos, reflejando los valores de la sociedad filipina y la responsabilidad de proteger la vida y la dignidad de cada individuo.