Una fuerte tormenta azotó Reino Unido y Europa del Norte, dejando a su paso fuertes vientos y lluvias torrenciales. En total, se reportan cuatro personas fallecidas debido al temporal. Las autoridades vinculan una de las muertes con las inundaciones en Chesterfield, Inglaterra.

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Las autoridades policiales de Reino Unido informaron el domingo que una cuarta persona ha fallecido en el país durante la tormenta que azotó el Reino Unido y Europa del Norte con fuertes vientos y lluvias torrenciales.

La Policía de Derbyshire informó que una mujer de 80 años fue encontrada muerta en su hogar en Chesterfield, en el centro de Inglaterra.

Su muerte se vincula con las inundaciones en la zona.

En la cercana ciudad de Derby, el río Derwent alcanzó su nivel más alto jamás registrado el sábado, durante la tormenta que trajo consigo 200 mm de lluvia a algunas partes de Reino Unido.

Desde el jueves, al menos cinco personas han muerto en la tormenta, bautizada como Babet por la Oficina Meteorológica del Reino Unido, que azotó Reino Unido, el norte de Alemania y el sur de Escandinavia con vientos poderosos, lluvias intensas y mareas altas.

En Reino Unido, un hombre y una mujer murieron tras ser arrastrados por las inundaciones, y otro hombre falleció cuando un árbol cayó sobre su vehículo.


En Alemania, una mujer de 33 años murió cuando un árbol cayó sobre su automóvil en la isla del Mar Báltico de Fehmarn el viernes.

En Escocia, continúa la búsqueda de un hombre que habría quedado atrapado en un vehículo en el agua de las inundaciones.

Helicópteros de la guardia costera rescataron a más de la mitad del personal de una plataforma petrolera del Mar del Norte, a casi 240 kilómetros al este de Escocia, después de que cuatro de sus ocho anclas se soltaran durante la tormenta el sábado.

El operador Stena Drilling aseguró que la plataforma Stena Spey se encuentra estable.

Algunas de las peores inundaciones ocurrieron en el este de Escocia, donde más de 300 hogares fueron evacuados en la ciudad de Brechin y se ordenó a los residentes abandonar sus viviendas antes de que el río South Esk sobrepasara su cauce el viernes, alcanzando casi 4 metros por encima de su nivel habitual y provocando la inundación de las calles.