Estados Unidos y Vietnam están a punto de fortalecer significativamente sus lazos económicos y tecnológicos, acercando a los antiguos enemigos de la guerra en un momento de creciente assertividad china en el sudeste asiático.

El acuerdo, que se espera que se anuncie cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realice una visita de Estado a Vietnam el próximo fin de semana, es el último paso de su administración para profundizar las relaciones en Asia.

Para Hanói, la relación más cercana con Washington sirve como contrapeso a la influencia de Pekín.

El establecimiento de una 'asociación estratégica integral' otorgará a Estados Unidos un estatus diplomático que Vietnam hasta ahora ha reservado solo para unos pocos países más: China, Rusia, India y Corea del Sur.

El acuerdo ha sido confirmado por un alto funcionario de la administración Biden y dos personas en Hanói familiarizadas con el asunto.

El estrechamiento de la relación estadounidense muestra que Hanói está dispuesto a arriesgarse a enfadar a Pekín, pero considera que el acercamiento a Washington es necesario dada la agresividad con la que China está desplegando su poderío militar en la región, según analistas.

'Si colocas a Estados Unidos en el mismo pedestal que China, eso dice mucho a Pekín, pero también al resto de la región y al mundo', dijo Derek Grossman, analista senior de defensa en Rand Corporation y exoficial de inteligencia estadounidense.

De esta manera, se evidencia que la relación entre Estados Unidos y Vietnam ha recorrido un largo camino desde 1995, cuando los dos países normalizaron sus relaciones.

El acuerdo propuesto por la administración Biden en los últimos meses se deriva de una estrategia estadounidense para construir alianzas económicas y de seguridad en el Indo-Pacífico que puedan servir como un baluarte contra la coerción económica y militar china.