El gobierno de Biden incrementa la asistencia militar a Israel y despliega tropas en apoyo directo tras la reciente escalada del conflicto en Gaza.

En el contexto del creciente conflicto entre Israel y Hamas, el gobierno de Estados Unidos ha intensificado su apoyo militar a Israel, proporcionando miles de millones de euros en asistencia y equipos de defensa en el último año.

Esta medida surge tras el ataque perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023, el cual desató una serie de represalias por parte de las fuerzas israelíes.

La administración de Biden ha adoptado una postura firme, no solo aumentando el financiamiento militar hacia Israel, sino también desplegando tropas estadounidenses en la región para brindar apoyo directo a las operaciones israelíes.

Esto ha ocurrido en un momento en que el conflicto se ha expandido también hacia el sur de Líbano, generando temores de que una guerra más amplia se esté gestando en el área.

El desafío más reciente para Israel se presentó con un ataque de misiles por parte de Irán, lo que llevó a Washington a decidir el envío de un sistema antimisiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) a Israel.

Este sistema, considerado uno de los más avanzados del arsenal estadounidense, tiene la capacidad de interceptar y destruir misiles balísticos entrantes.

Se estima que cada interceptor de este sistema tiene un costo que ronda los millones de euros, y una batería estándar contiene hasta 48 interceptores.

La participación activa de las fuerzas armadas estadounidenses en la defensa de Israel no es algo nuevo.

De hecho, el ejército de EE.UU. ya había intervenido en ocasiones anteriores para repeler ataques masivos con misiles provenientes de Irán, específicamente en abril y octubre.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Israel ha recibido más ayuda militar de parte de Estados Unidos que cualquier otro país, lo que refleja la relación especial entre las dos naciones.

Aún así, el reciente aumento de la asistencia militar ha generado críticas en Occidente, especialmente a la luz de la creciente cifra de muertes en Gaza, que ha superado las 42,000 según fuentes del Ministerio de Salud local.

El presidente Biden ha manifestado reiteradamente su compromiso de asegurar que Israel cuente con los recursos necesarios para proteger a sus ciudadanos y operar de manera efectiva en la defensa de su soberanía.

Esta postura se ha vuelto aún más relevante en el contexto del aumento de las tensiones en la región y el riesgo de un conflicto más extenso.

Las acciones de EE.UU. en el Medio Oriente no solo incluyen el envío de tropas y sistemas de defensa.

La administración también ha elevado significativamente los niveles de asistencia militar y ha facilitado la venta de armamento a Israel.

Esta situación plantea preguntas importantes sobre el papel de Estados Unidos en el conflicto y las implicaciones de su apoyo explícito a Israel frente a las críticas por las consecuencias humanitarias en los territorios palestinos.

Históricamente, la relación entre EE.UU. e Israel ha sido robusta y ha soportado diversas crisis en la región.

A medida que la situación evoluciona, la comunidad internacional observa de cerca cuál será el impacto de estas decisiones militares sobre la estabilidad en Medio Oriente y las futuras relaciones diplomáticas en la región.