El empresario Elon Musk se convierte en un foco de polémica en Europa al criticar a líderes políticos y mostrar apoyo a movimientos de extrema derecha.

A pocos días de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump para su segundo mandato, Elon Musk, un empresario conocido por su enfoque provocador, se está convirtiendo en un tema de preocupación en la política europea.

Desde la Navidad, Musk ha estado lanzando críticas a varios líderes europeos a través de diversas redes sociales, lo que ha generado reacciones encontradas en el viejo continente.

En particular, Musk ha dirigido sus ataques hacia el primer ministro británico, Keir Starmer, acusándolo de ser "cómplice de la violación de Gran Bretaña" durante su mandato como director de la fiscalía, alegando que no abordó adecuadamente la problemática de las pandillas de grooming.

Estas declaraciones han resonado negativamente en la opinión pública británica, quienes consideran que tales acusaciones son desproporcionadas y poco fundamentadas.

Además, el empresario también ha expresado su descontento hacia Nigel Farage, un conocido líder de la derecha británica, sugiriendo que no posee lo necesario para liderar.

En contraste, ha mostrado su apoyo al activista Tommy Robinson, quien actualmente se encuentra en prisión, lo que ha incrementado la controversia en torno a sus pronunciamientos.

No solo en el Reino Unido ha generado revuelo; Musk también ha expresado apoyo hacia el partido Alternativa para Alemania (AfD), conocido por sus posturas antiinmigración, justo cuando Alemania se prepara para las elecciones el próximo mes.

Esta intervención ha sido rechazada por varios líderes europeos, incluyendo al primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, quien advirtió que este tipo de injerencia no es adecuada entre democracias y aliados.

Asimismo, el presidente francés, Emmanuel Macron, se mostró sorprendido por la postura del dueño de una de las redes sociales más grandes del mundo, destacando la rareza de su apoyo a un movimiento reaccionario internacional.

Históricamente, Musk ha tenido un papel controversial en otros países, como Australia, donde en 2018 realizó comentarios despectivos sobre un rescatista, llamándolo "pedófilo" por no aceptar su ayuda durante la operación de rescate de unos niños atrapados en una cueva en Tailandia.

Más recientemente, Musk desatendió el contenido sensible en su plataforma X al no eliminar un video de un apuñalamiento en Sydney, lo que provocó críticas hacia su gestión en cuanto a la responsabilidad de las redes sociales.

Recientemente, el diario Sydney Morning Herald también fue objeto de sus ataques, donde Musk predijo que perdería lectores en 2025, en respuesta a unas declaraciones de su redactor sobre su posible salida de Tesla.

La actitud de Musk ha sido calificada por muchos como egocéntrica y provocadora, ya que a menudo busca llamar la atención a cualquier costo.

El impacto de Elon Musk en la política europea es un claro ejemplo de cómo las redes sociales pueden influir en el debate político, pero también plantea interrogantes sobre la legitimidad de las opiniones de figuras tan polarizadoras.

Su papel como comentarista en estas cuestiones ha suscitado diversas reacciones, muchas de las cuales cuestionan su capacidad para opinar con autoridad sobre temas tan delicados, como la política de una nación.