Gabe Sterling, funcionario electoral en Georgia, expresa su inquietud sobre el aumento de la radicalización entre los votantes, en medio de un clima tenso por las elecciones presidenciales.

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Atlanta, Georgia: Gabe Sterling, un funcionario electoral del Partido Republicano, ha ganado reconocimiento en los últimos años por refutar las afirmaciones infundadas de fraude electoral promovidas por Donald Trump durante las elecciones de 2020. A medida que se acercan las elecciones de este año, Sterling ha cambiado su atención de los grupos organizados a la preocupación por individuos radicalizados que podrían provocar actos de violencia debido a una retórica incendiaria.Mientras que falta poco más de una semana para el día de las elecciones, el inicio de la votación anticipada ya ha permitido que más de 1,5 millones de ciudadanos ejerzan su derecho al voto en Georgia.

Sterling, que actúa como director de operaciones, supervisa el sistema electoral de Georgia junto al Secretario de Estado, Brad Raffensperger.

Este estado, conocido como el 'Estado del Melocotón', tradicionalmente fue un bastión republicano hasta que los demócratas lograron cambiar el rumbo en 2020. Esto culminó en la llamada telefónica infame que Trump realizó a Raffensperger, donde le exigía 'encontrar' 11,780 votos para anular la victoria de Biden.En este contexto tenso, Sterling ha declarado: "No estoy preocupado por una milicia que se reúna y marche para hacer algo.

Lo que me preocupa son los individuos mentalmente inestables que creen que están salvando a América, sólo porque alguien ha dicho que 'estas personas son malas y tengo que detenerlas'." Esta preocupación por la radicalización individual se ha intensificado a medida que ambos bandos de la política están alimentando un clima de desconfianza y hostilidad a través de sus discursos.Previamente, Trump y sus aliados habían difundido acusaciones falsas sobre un fraude electoral generalizado, lo que llevó a que los funcionarios que supervisaban el recuento en el estado recibieran amenazas de muerte.


Este fenómeno de la desinformación ha tenido consecuencias escalofriantes, generando un ambiente de tensión que podría derivar en actos de violencia.No se trata sólo de la posibilidad de una revuelta organizada, que el FBI se encarga de monitorear, sino del riesgo palpable que representan aquellos que, influenciados por la desinformación, podrían actuar por su cuenta.

La incapacidad de detener a estas personas radicalizadas es un desafío que muchos funcionarios electorales enfrentan con creciente preocupación.En el albor de una campaña electoral que promete ser feroz, la seguridad en los centros de votación y el bienestar de los funcionarios electorales se han convertido en temas de vital importancia.

A medida que avanza la votación, Sterling espera que la comunidad se mantenga unida y que la violencia no tenga cabida durante este proceso democrático fundamental.

La historia reciente ha demostrado que el costo de la desinformación puede ser devastador, y las lecciones aprendidas deben guiarnos hacia una democracia más segura y justa para todos.