Iniciativas como Party to the Polls buscan incentivar la participación electoral en Estados Unidos, en un contexto político muy polarizado.
En la ciudad de Durham, Carolina del Norte, la mañana comienza de manera singular.
Justo después de las 7 de la mañana, un grupo de ciudadanos se reúne en un almacén convertido en un centro de celebración electoral, preparándose para una jornada festiva que tiene como objetivo incentivar la participación en las próximas elecciones.
Un ambiente vibrante inunda el lugar.
A pesar del cansancio de la noche anterior y la falta de cafeína, la energía es palpable.
Una DJ femenina mezcla ritmos electrónicos mientras un grupo de jóvenes músicos suben al escenario para acompañarla, alternando con melodías de saxofón y bongo.
A la izquierda, una mujer vestida con un traje ajustado de color púrpura realiza una impresionante danza en una barra, mientras sus amigas la animan.
A la derecha, otro hombre se mueve al compás de la música, luciendo una camiseta que reza: "Libertad en Cada Voto".
Este evento, denominado "Party to the Polls", es parte de una serie de iniciativas que buscan movilizar a los ciudadanos de cara a la histórica confrontación electoral entre Donald Trump y Kamala Harris programada para el 5 de noviembre.
"Party to the Polls es una forma de llevar a la gente a las urnas y una manera de celebrar nuestro derecho y privilegio de votar", explica Eli Clark-Davis, uno de los cofundadores del evento, mientras el grupo se dirige hacia el centro de votación anticipada en la Biblioteca Pública del Condado de Durham.
Con la polarización política que atraviesa Estados Unidos, iniciativas como esta buscan no solo fomentar el voto, sino también reconectar a las personas en un diálogo más positivo.
"Votar debería ser algo emocionante.
Algo que todos podamos hacer juntos… pero en este momento, en nuestro país, tenemos problemas para comunicarnos.
Respetar las opiniones de los demás parece ser un reto", añade Clark-Davis.
Los eventos como Party to the Polls están siendo replicados en varios estados que son cruciales para el resultado electoral, conocidos por su capacidad de cambiar la balanza entre los partidos políticos.
Este fenómeno no es nuevo; a lo largo de la historia electoral de Estados Unidos, siempre ha habido esfuerzos comunitarios para movilizar a los votantes.
En la década de 1960, por ejemplo, surgieron campañas similares en el sur del país, buscando proporcionar igualdad de derechos a través del voto.
Este año, la energía y el espíritu comunitario se combinan para transmitir un mensaje de unidad y celebración del voto.
Los participantes llegan al centro de votación con una actitud festiva, deseosos de ejercer su derecho democrático.
A medida que continúa la celebración, el lugar se convierte en un espacio de resistencia y esperanza, donde cada uno celebra su derecho a decidir.
La música y el baile se entrelazan con la acción cívica, recordando a todos que, independientemente de las diferencias políticas, el acto de votar es un derecho que merece ser celebrado.