Donald Trump utiliza una narrativa de victimización en su campaña presidencial, acusando a un enemigo difuso de amenazar a sus seguidores.

En el contexto de la campaña presidencial de 2024, el ex presidente estadounidense Donald Trump ha intensificado su retórica en torno a un concepto que ha capturado la atención de sus seguidores: ‘ellos’. En un anuncio de campaña, Trump afirmó: 'Quieren silenciarme porque nunca permitiré que silenciemos a ustedes'. Esta declaración se enmarca en una serie de mensajes donde el candidato republicano sugiere que un enemigo invisible está operando en contra tanto de él como de sus seguidores.

Esta figura evanescente, a la que Trump se refiere como 'ellos', ha generado diversas interpretaciones dentro del espectro político.

Para sus partidarios más fervientes, significa una conspiración orquestada por enemigos no identificados que buscan suprimir las voces disidentes, al mismo tiempo que buscan deslegitimar al propio ex presidente.

En este sentido, Trump ha sugerido que 'ellos' son responsables de sus problemas empresariales, su carga legal, así como de sus 34 condenas por delitos graves, todo lo cual alimenta el victimismo que rodea su figura.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha enfatizado este sentimiento en redes sociales, subrayando que 'ellos' intentan meter a Trump en la cárcel y, en su opinión, hasta incluso asesinarlo.

Esta noción ha resonado profundamente entre los partidarios más radicales, quienes incluso han llegado a creer que ‘ellos’ pueden invocar desastres naturales como huracanes, un concepto defendido por diferentes figuras dentro del partido republicano.

Por otro lado, los críticos de Trump ven en esta retórica un intento de deslegitimar instituciones establecidas, como el FBI, de las que muchos en el pasado se habían mostrado confiados.

En entrevistas a varios votantes con una inclinación política a la derecha, algunos mencionaron que su confianza hacia esta agencia ha disminuido notablemente debido a la constante invocación de 'ellos' por parte de Trump.

A pesar de estas afirmaciones, Trump no ha definido claramente quiénes son estos 'ellos'. La secretaria de prensa de su campaña, Karoline Leavitt, al ser cuestionada sobre los responsables, respondió escuetamente con una palabra: 'Demócratas'. Sin embargo, no se ofrecieron detalles adicionales, dejando a muchos preguntándose quiénes son en realidad estos enemigos que parece eclipsar la narrativa de Trump.

Históricamente, apelar a la noción de un enemigo común ha sido una táctica política utilizada repetidamente.

Durante la guerra fría, por ejemplo, el enemigo fue el comunismo, y su mención consolidó la bases ideológicas de muchas campañas políticas.

En este contexto contemporáneo, es evidente que Trump ha podido capitalizar ese sentimiento de asedio, incluso cuando no proporciona elementos concretos para que su base de apoyo pueda identificar claramente a su adversario.

Esto invita a una reflexión más profunda sobre cómo la política moderna ha cambiado, alimentando una división en la sociedad que podría tener repercusiones a largo plazo en la institucionalidad y la cohesión del país.