El expresidente Donald Trump ha respaldado a Elon Musk para encabezar una nueva comisión destinada a auditar y reducir el gasto público, intensificando así su alianza política a medida que se acercan las elecciones.

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En Nueva York, el expresidente Donald Trump ha dado su respaldo formal a una nueva comisión gubernamental que podría otorgar al ejecutivo corporativo Elon Musk amplias responsabilidades en la auditoría del gasto y las regulaciones federales.

Esta decisión parece reflejar un estrechamiento de la alianza política entre ambos, a medida que se acercan las elecciones, que se celebrarán en menos de nueve semanas.

Según fuentes cercanas a Trump, sus asesores han estado discutiendo la creación de esta comisión durante varios meses.

Musk, por su parte, ya ha manifestado su interés en esta iniciativa a través de la plataforma X, que él mismo posee.

En un discurso ofrecido en Nueva York, Trump, quien es el candidato presidencial del Partido Republicano, anunció su apoyo a esta propuesta.

"Esta comisión desarrollará un plan de acción para eliminar por completo el fraude y los pagos indebidos en un plazo de seis meses", declaró Trump, enfatizando la magnitud de la empresa.

El expresidente también aseguró que esta nueva comisión podría ahorrar "billones de euros - billones.

Es masivo.

Por los mismos servicios que tenemos hoy en día". Sin embargo, expertos en presupuesto han señalado que, si bien es plausible que una comisión pueda identificar recortes de gasto del gobierno que sumen decenas o incluso cientos de miles de millones de euros, no resulta creíble imaginar que se puedan recortar billones de euros sin afectar gravemente a los servicios federales.

Trump afirmó que Musk había "acordado liderar el grupo de trabajo" y le atribuyó el mérito por recomendar la formación de este panel.

Hasta el momento, Musk no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre su papel en la comisión.


Elon Musk, quien también es ejecutivo de Tesla y SpaceX, manifestó su apoyo a Trump después de que el expresidente sufriera un intento de asesinato el pasado mes de julio en Butler, Pennsylvania.

Desde entonces, Musk ha utilizado su plataforma de redes sociales para intentar ofrecer apoyo a Trump, actuación que ha levantado preocupaciones entre ciertos críticos.

Recientemente, Musk atacó a la rival de Trump, la vicepresidenta Kamala Harris, publicando una imagen manipulada que la retrataba como comunista, siguiendo la línea de descalificativos que Trump ha utilizado para referirse a ella, como "camarada Kamala". En la publicación, Musk afirmó erróneamente que "Kamala promete ser una dictadora comunista desde el primer día.

¿Puedes creer que lleva ese atuendo?" Esta imagen violaba las propias políticas de X sobre contenido manipulado, que estipulan que cualquier "medio que esté significativamente alterado, manipulado o fabricado" debe ser etiquetado o eliminado.

Sin embargo, días después de compartir esta imagen, la publicación original de Musk seguía circulando, acumulando casi 83 millones de visualizaciones hasta el jueves.

Este movimiento estratégico en la política estadounidense pone de manifiesto cómo se entrelazan las esferas empresarial y gubernamental, así como las dinámicas de poder que surgen en el contexto electoral.

En un momento en que la confianza pública en las instituciones gubernamentales atraviesa un período crítico, el enfoque de Trump y Musk sugiere que están dispuestos a asumir riesgos significativos para intentar reformar el panorama de gastos del gobierno, aunque las implicaciones de tales medidas todavía son objeto de debate.