La relación entre el presidente electo Donald Trump y el empresario Elon Musk se intensifica, con Musk influyendo en la formación del gabinete de Trump.

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La relación entre Donald Trump y Elon Musk ha alcanzado niveles sorprendentes en las semanas previas a la toma de posesión del presidente electo.

En un acto que subraya la creciente conexión entre ambos, Trump se trasladó a Texas para presenciar el último lanzamiento de prueba del mega-cohete Starship de SpaceX, diseñado para llevar astronautas de la NASA a la luna.

La reunión se llevó a cabo en la instalación de lanzamiento Starbase en Brownsville, donde el cohete de 120 metros fue sometido a su sexto ensayo.

Este evento no solo resalta el interés de Trump por la innovación tecnológica, sino también su cercanía con el empresario más rico del mundo, quien ha invertido decenas de millones de euros en su campaña.

En la misma semana, Trump realizó varias nominaciones para su gabinete, que han generado tanto entusiasmo como controversia.

Entre los nombramientos destacan el Dr.

Mehmet Oz, conocido por sus ideas sobre tratamientos no comprobados durante la pandemia de COVID-19, quien será el encargado de los Centros para Medicare y Medicaid Services.

A su vez, Howard Lutnick, un ejecutivo de Wall Street, fue designado como secretario de comercio, un puesto clave en el manejo del comercio y la tecnología de Estados Unidos.

Por otro lado, la ex-CEO de WWE, Linda McMahon, fue elegida como secretaria de educación, a pesar de que Trump ha propuesto la eliminación de este departamento.

El nombramiento de Musk para co-liderar una nueva comisión de eficiencia gubernamental ha dejado claro que su influencia en la administración de Trump está en ascenso.


Desde que Trump ganó las elecciones frente a Kamala Harris, Musk ha estado presente en varios eventos, lo que ha llevado a especulaciones sobre la naturaleza de su relación.

Recientemente, Musk se ha manifestado a favor de que el leal defensor de MAGA, Matt Gaetz, sea nombrado como el próximo fiscal general de Estados Unidos, minimizando las acusaciones de mala conducta sexual que han rodeado al excongresista.

Musk lo describió como un "Martillo de Justicia" designado a erradicar la corrupción en el gobierno.

Históricamente, la relación entre figuras del ámbito político y de la tecnología ha variado en función de las circunstancias.

Desde la llegada de la era digital, los líderes políticos han buscado alinearse con empresarios del sector para impulsar sus agendas, dejando en cierta medida de lado críticas a sus actos o comportamientos.

Un ejemplo curioso de esta dinámica se dio en la administración de Barack Obama, quien tuvo un enfoque amigable hacia figuras como Mark Zuckerberg y Bill Gates.

En ese sentido, la relación entre Musk y Trump se puede ver como una continuación de este fenómeno.

Sin embargo, las implicaciones de una asociación tan cercana siempre son motivo de debatir sobre la ética y los intereses en juego, y ahora más que nunca, los seguidores de ambas figuras están atentos a cada movimiento que realicen.

La próxima toma de posesión de Trump promete ser un evento lleno de sorpresas, donde se espera que la relación con Musk influya en las decisiones que se tomarán en el futuro gobierno.