La presencia de la activista de extrema derecha Laura Loomer junto a Donald Trump ha despertado inquietud entre algunos aliados republicanos, aumentando la controversia en la campaña electoral.

Washington: El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado recorriendo el país esta semana acompañado por la activista de extrema derecha Laura Loomer, lo que ha generado preocupación entre algunos de sus aliados republicanos debido a su creciente cercanía con una figura conocida por su retórica incendiaria y sus teorías de conspiración.

"La historia de las declaraciones de la Sra.

Loomer es más que inquietante", afirmó el senador Lindsey Graham.

"Espero que este problema se resuelva.

Creo que deberíamos hablar de asuntos que realmente preocupan a la gente, y esta cuestión, desde mi punto de vista, no ayuda a la causa".

Loomer se unió a Trump en varias paradas que conmemoraron el 23 aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre, mostrándose al lado de él y su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance, mientras se reunían con bomberos en la ciudad de Nueva York.

El año pasado, Loomer publicó un video en la plataforma X en el que afirmaba que el ataque del 11 de septiembre en Estados Unidos fue un "trabajo interno".

Días antes, Loomer lanzó un ataque racista contra la vicepresidenta Kamala Harris, contrincante demócrata de Trump en las próximas elecciones.

Si Harris ganara, escribía Loomer, la Casa Blanca "olerá a curry y los discursos de la Casa Blanca se facilitarán a través de un centro de llamadas". En julio, sin fundamentos, llamó a Harris "prostituta drogadicta".

En una muestra de la controversia constante en torno a Loomer, días después de su aparición en Nueva York, se la vio desembarcando del avión de Trump en Filadelfia, justo antes del debate electoral con Harris.

Luego de estar en Nueva York, acompañó a Trump a Shanksville, Pennsylvania, para participar en las ceremonias conmemorativas del 11 de septiembre.

Loomer enfatizó esta semana que "no trabaja" para Trump, aunque la oficina de su campaña no ha dado explicaciones sobre su presencia constante junto al ex presidente en medio de un incremento de medidas de seguridad tras un fallido atentado contra su vida, además de la creciente crítica por parte de demócratas y algunos republicanos.

Trump ha continuado afirmando teorías desacreditadas y rumores infundados, incluido el engaño de que el ex presidente Barack Obama no nació en Estados Unidos, además de difundir noticias falsas provenientes de los rincones más oscuros de la internet.

Por su parte, Loomer está acostumbrada a propagar teorías de conspiración, incluidas las afirmaciones de que las tragedias en las escuelas de Parkland, Florida, y Santa Fe, Texas, fueron montajes.

A sus 31 años, ha proporcionado un sinfín de material polémico al candidato presidencial republicano.

Dijo en una declaración reciente que respalda "todo lo que he dicho". Loomer ganó notoriedad previamente por su retórica antimusulmana, llegando incluso a autodenominarse "orgullosa islamófoba". Esta asociación entre Trump y Loomer no solo refleja una estrategia electoral arriesgada, sino también un reflejo del clima político actual en Estados Unidos, donde las divisiones ideológicas parecen aumentar a medida que se acercan las elecciones.