Washington: Donald Trump ha hecho su regreso a la plataforma de redes sociales X en un intento por recuperar el impulso perdido ante Kamala Harris.

Sin embargo, su tan esperada entrevista con Elon Musk se vio afectada por más de 40 minutos de problemas técnicos.

Tras más de un año alejado de lo que antes era Twitter, Trump participó el martes en un debate de audio en vivo con Musk.

Un reciente sondeo revela que los estadounidenses consideran que Harris podría desempeñar un mejor papel en la gestión de la economía comparado con Trump.

Este informe se une a la creciente percepción entre los votantes, quienes comienzan a confiar más en la actual Vicepresidenta que en el expresidente para abordar temas económicos críticos en un momento donde los desafíos inflacionarios marcan la pauta.

Esta tendencia resulta preocupante para la campaña de Trump, especialmente en estados clave donde su figura había predominado anteriormente.

La campaña de Trump ya ha reservado anuncios por un total de 34 millones de euros en puntos estratégicos, incluyendo Georgia, un estado que ha sido determinante en elecciones pasadas.

Durante la intervención, Trump atacó a Harris, realizó afirmaciones engañosas sobre la inmigración ilegal y la inflación, y destacó sus promesas electorales, que incluyen desde la construcción de una especie de cúpula de acero sobre Estados Unidos hasta el cierre del Departamento de Educación federal.

En un giro inesperado, Trump sugirió que Harris había utilizado inteligencia artificial para generar fotografías de las multitudes en un mitin celebrado en Detroit la semana pasada, junto a su nuevo compañero de campaña, Tim Walz.

Esta afirmación resalta la creciente obsesión de Trump por las multitudes que acompaña a Harris, lo cual ha generado preocupación entre los republicanos, quienes le han implorado que abandone ese enfoque para centrarse en las políticas de su oponente.

Este retorno de Trump a X se produce en un contexto donde los sondeos sugieren que Harris está superando al expresidente en cuestiones clave, especialmente en su tradicional bastión de la economía.

En sus esfuerzos por recuperar el terreno perdido, Trump tiene que enfrentar la dura realidad de que Harris, como candidata demócrata, está ganando la confianza necesaria para atraer votantes indecisos.

La situación es particularmente interesante cuando se considera la historia de las elecciones en Estados Unidos, donde los precios y la economía han demostrado ser algunos de los factores más influyentes en el comportamiento del votante.

En elecciones pasadas, aquellos candidatos que han podido presentar una política económica clara y efectiva han logrado captar la atención y el apoyo del electorado.

Si esta tendencia continúa, la campaña de Trump podría tener que adaptar su estrategia para ser relevante en el futuro inmediato.

Con el clima político en constante cambio, es evidente que la carrera hacia las elecciones de 2024 será feroz y llena de sorpresas.