El presidente electo de EE. UU., Donald Trump, ha planteado la posibilidad de retomar el control sobre el Canal de Panamá, a raíz de sus críticas hacia las tarifas de uso del vital acceso marítimo.

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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su inquietud respecto al control que tiene el Canal de Panamá, una de las principales rutas marítimas del comercio mundial.

Durante un mitin en Arizona, Trump cuestionó las tarifas que se imponen a los buques que utilizan esta importante vía acuática y sugirió que se debería considerar la opción de recuperar el control del canal.

Afirmó que Estados Unidos "lo entregó de manera imprudente" durante la administración de Jimmy Carter, mientras criticaba la creciente influencia de China en la región.

Más del 50% de las embarcaciones que atraviesan el canal tienen como origen o destino puertos estadounidenses.

Esto ha suscitado preocupaciones sobre la falta de control de EE. UU. sobre esta crucial vía entre los océanos Pacífico y Atlántico.

Por otro lado, China ha estado fortaleciendo su presencia en América Latina, una zona históricamente influenciada por Estados Unidos, inaugurando un puerto en Perú y buscando crear sus propias rutas comerciales más cercanas entre las Américas y el Pacífico.

El Canal de Panamá, inaugurado en 1914, es una de las maravillas de la ingeniería moderna, de acuerdo con la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.

La construcción del canal fue precedida por la independencia de Panamá, una acción respaldada por Estados Unidos, y durante décadas hubo negociaciones complejas sobre su control.

Esta vía artificial tiene una extensión de aproximadamente 80 kilómetros y presenta un sistema de esclusas que permite a los barcos elevarse y descender entre los diferentes niveles de agua de los océanos.


Históricamente, el Canal de Panamá ha sido un punto de paso estratégico que ha transformado el comercio global.

Permite a las embarcaciones evitar la larga y peligrosa ruta alrededor del Cabo de Hornos, en el extremo sur de América del Sur.

Al reducir significativamente el tiempo y costo de transporte de mercancías, el canal juega un papel fundamental en las cadenas de suministro globales, manejando alrededor del 5% del comercio marítimo mundial, según el Fondo Monetario Internacional.

Las críticas de Trump sobre el canal reflejan un creciente sentimiento entre algunos sectores políticos estadounidenses que consideran que la influencia de China en América Latina y otras partes del mundo es una amenaza para los intereses estadounidenses.

Sin embargo, el presidente de Panamá ha sido claro en su posición: el canal no está a la venta.

Este tipo de declaraciones y propuestas han revivido el interés por la historia del canal y su importancia.

A lo largo de los años, ha sido objeto de debates sobre la soberanía y el control internacional, especialmente a medida que nuevos actores como China buscan ampliar su influencia en áreas tradicionales de los Estados Unidos.

Este tema fundamental será sin duda parte del discurso político en el futuro y un punto focal en las relaciones internacionales.