Stephen Miller, conocido por sus posturas extremas y teorías de conspiración, será designado como asesor principal de políticas por Donald Trump, consolidando su influencia en la administración estadounidense.

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En un movimiento que ha generado controversia, se ha anunciado que el expresidente Donald Trump designará a Stephen Miller como su asesor principal de políticas.

Miller, un nacionalista de extrema derecha conocido por propagar teorías de conspiración racistas, es uno de los arquitectos detrás de las políticas de deportación masiva de inmigrantes indocumentados durante la administración de Trump.

Este nombramiento viene en un momento en que Trump busca consolidar su poder en Washington mientras prepara su retorno a la Casa Blanca.

Miller, quien anteriormente se desempeñó como asesor de inmigración de Trump, ocupará un puesto clave como asistente del jefe de gabinete para políticas.

Esto le otorgará un mayor alcance en el diseño e implementación de la agenda del expresidente para un hipotético segundo mandato.

La decisión de Trump de confiarle a Miller este rol se alinea con sus posiciones más estrictas respecto a la inmigración, una de las banderas de su campaña electoral y una cuestión central en la política estadounidense contemporánea.

Además de Miller, Trump ha nombrado a Tom Homan, exdirector de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como su 'tsar de fronteras'. Homan, conocido por su enfoque agresivo hacia la migración irregular, tendrá bajo su supervisión las deportaciones de inmigrantes no autorizados, colocando la política de inmigración en el centro de su administración.

Los planes de Miller, quien ha estado involucrado en el Project 2025 —un extenso documento de transición presidencial con orientaciones restrictivas sobre la inmigración— han suscitado inquietudes sobre el futuro de las políticas migratorias en Estados Unidos.


Este documento, que Trump posteriormente negó conocer, sugiere una serie de reformas drásticas que pueden afectar a millones de inmigrantes en el país.

El historial de Miller en la política de inmigración ha sido objeto de análisis por grupos de derechos civiles como el Southern Poverty Law Center, que señaló que sus ideas están fuertemente influenciadas por fuentes vinculadas al nacionalismo blanco y teorías de conspiración sobre un supuesto "genocidio blanco". La influencia de estas ideologías en su enfoque legislativo plantea serias preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la política hacia los inmigrantes en Estados Unidos.

Trump, quien ha prometido deportar a millones de inmigrantes, refuerza así su alineación con figuras polémicas cuya retórica ha sido considerada peligrosa y divisiva.

Este ascenso de Miller en la estructura administrativa refleja un cambio hacia posiciones más radicales dentro del partido republicano y sugiere que el debate sobre inmigración no disminuirá en intensidad en el futuro inmediato.

Con el respaldo de Miller y Homan, Trump busca establecer un control más estricto sobre la política de inmigración, algo que ha sido un pilar de su retórica política desde su primera campaña electoral en 2016. A medida que se aproxima el ciclo electoral, el impacto de estas medidas será un tema de gran importancia, tanto en la opinión pública como en el debate legislativo, con implicaciones potencialmente trascendentales para la sociedad estadounidense.