Washington: La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha realizado fuertes acusaciones contra Donald Trump, afirmando que busca un poder descontrolado.

Esto surge después de que John Kelly, exjefe de gabinete de la Casa Blanca, describiera a Trump como un fascista que supuestamente "deseaba tener generales como los de Hitler".

Con solo dos semanas restantes para las elecciones, el general retirado Kelly rompió su silencio en una serie de entrevistas, pintando un retrato de Trump como un aspirante a dictador que planeaba rodearse de leales que no lo restringieran en caso de ganar un segundo mandato.

Kelly, quien fue jefe de gabinete de Trump en 2017 y 2019, reveló que el exmandatario anhelaba que sus fuerzas armadas le mostraran la misma sumisión que los generales nazis mostraron a Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

En una entrevista con "The Atlantic", Kelly confirmó que Trump había expresado sus deseos al afirmar que deseaba un trato similar al que recibió el líder nazi.

En otra conversación con "The New York Times", que publicó el audio de la misma, Kelly destacó que Trump había elogiado a Hitler, afirmando más de una vez que "sabes, Hitler tuvo algunas cosas buenas también".

Kelly añadió, "Él ciertamente prefiere un enfoque dictatorial en el gobierno", quien también remarcó que Trump "nunca aceptó el hecho de que no era el hombre más poderoso del mundo; y por poder, me refiero a la capacidad de hacer cualquier cosa que quisiera, en cualquier momento".

La campaña de Trump ha reaccionado con fuerza ante tales declaraciones.

Los voceros de su campaña alegaron que el exgeneral había "perdido la compostura" y que padecía una forma de "síndrome de desorden por Trump". Sin embargo, Harris opinó que los comentarios ofrecían "una ventana a quién es realmente Donald Trump".

"Conocemos lo que Donald Trump quiere.

Él desea un poder sin restricciones.

La pregunta dentro de 13 días será: ¿qué es lo que realmente desean los estadounidenses?", comentó Harris desde su residencia en Washington D.C., horas antes de un evento en un importante estado decisivo, Pennsylvania.

Se ha marcado una fuerte polarización en la opinión pública estadounidense, con este tipo de declaraciones resonando en un país donde la figura de Trump ha generado tanto apoyo incondicional como férrea oposición.

Históricamente, la retórica política en los Estados Unidos ha adoptado diversas formas, pero las comparaciones con figuras dictatoriales como Hitler han llevado a una escalada en el debate sobre la naturaleza del liderazgo y el papel de la democracia.

Este tipo de acusaciones no son nuevas en el ecosistema político estadounidense.

Sin embargo, en el contexto de una campaña electoral tan polarizada, los comentarios de figuras como Kelly y Harris pueden influir en el comportamiento de los votantes en las próximas elecciones, lo que hace que este tipo de diálogos sean aún más significativos.