Donald Trump ha tomado la decisión de no asistir al primer debate presidencial republicano y en su lugar ha optado por aparecer en una entrevista individual con Tucker Carlson, ex presentador de Fox News.

Este movimiento puede ser interpretado como un acto de hostilidad hacia la cadena de televisión Fox, perteneciente al magnate Rupert Murdoch, la cual se encarga de organizar el evento.

El debate está programado para el miércoles por la noche en Milwaukee (hora de Estados Unidos), dos días antes de que Trump y otros 18 acusados deban presentarse ante un tribunal en Atlanta por cargos de corrupción y conspiración relacionados con sus supuestos intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020.

Con las elecciones del próximo año en el horizonte, esta será la primera oportunidad para los republicanos que deseen postularse para la presidencia de presentar sus propuestas en el escenario nacional, ante una audiencia televisiva y en horario estelar.

Sin embargo, para calificar, los candidatos tienen hasta el lunes por la noche para cumplir con las reglas del Comité Nacional Republicano, que incluyen obtener al menos el 1 por ciento en dos encuestas nacionales, contar con al menos 40,000 donantes únicos, así como firmar un compromiso de apoyar a la persona que finalmente gane la nominación en las primarias del próximo año.

Trump ha estado considerando durante semanas si debería asistir al debate, dado que las encuestas muestran que está muy por delante de sus rivales, incluyendo al gobernador de Florida, Ron DeSantis, al ex vicepresidente Mike Pence, al senador Tim Scott y a la ex embajadora de las Naciones Unidas, Nikki Haley.

“La gente conoce mi récord, uno de los MEJORES DE TODOS, ¿por qué debería debatir?”, escribió en su plataforma Truth Social.

Sin embargo, varios medios de comunicación estadounidenses informaron el viernes que, de hecho, Trump se saltará el primer debate y está considerando seriamente realizar una entrevista en línea con Carlson en su lugar.