En Estados Unidos, los aliados del ex presidente Donald Trump están buscando estrategias para impulsar candidatos de terceros partidos en estados clave y así desviar las elecciones presidenciales de noviembre lejos del actual presidente Joe Biden.

Una de las tácticas consiste en promover al candidato independiente Robert F. Kennedy Jr.

como un 'campeón de la libertad de elección', buscando ofrecer a los votantes para quienes el aborto es un tema importante - y que además no simpatizan con Biden - otra opción en la papeleta presidencial.

Al mismo tiempo, planean resaltar los récords progresistas en temas medioambientales de Kennedy y de la candidata esperada del Partido Verde, Jill Stein, en estados clave.

Todo esto contrastando sus políticas con la producción récord de petróleo bajo la administración de Biden, decepcionando a algunos activistas ambientales.

En paralelo, en Michigan, buscan disminuir la participación demócrata amplificando las preocupaciones de los votantes musulmanes sobre el apoyo de Biden a la guerra de Israel en la Franja de Gaza.

Los aliados de Trump están considerando emitir anuncios en Dearborn, Michigan, y otras partes del estado con grandes poblaciones musulmanas que agradecerían a Biden por apoyar a Israel.

Muchos de estos esfuerzos de impulso a terceros partidos probablemente serán llevados a cabo por entidades 'dark money' que apoyan vagamente a Trump.

Tanto la campaña de Trump como el principal comité de acción política (PAC) que respalda al ex presidente, MAGA Inc, ya están presentando a Kennedy como un radical de extrema izquierda para alejar a posibles votantes demócratas de Biden.

Los donantes republicanos están financiando la candidatura independiente de Kennedy para la presidencia, recaudando considerablemente más dinero de donantes que previamente respaldaron a Trump que de aquellos que apoyaron a Biden.

Algunos son nombres importantes en la política republicana que hasta ahora han dado cantidades relativamente pequeñas, como los 3300 dólares en agosto de Elizabeth Uihlein, cuya familia está entre los mayores contribuyentes del Partido Republicano.

De esta manera, los aliados de Trump buscan sacar provecho de la presencia de candidatos de terceros partidos en las elecciones presidenciales, creyendo que esto beneficiará al ex presidente en una carrera que podría decidirse por decenas de miles de votos.