El nuevo compañero del hermano de la Princesa Diana emprende acciones legales contra su exesposa por supuestas violaciones de privacidad.
En el ámbito de noticias sobre la realeza, la reciente controversia involucra al hermano de la fallecida Princesa Diana, quien ha visto revueltas sus aguas personales.
La académica noruega especializada en arqueología vikinga, la profesora Catrine Jarman, de 42 años, ha presentado una demanda contra Karen Spencer, de 52 años, la actual esposa del conde Spencer.
Esta reclamación, presentada la semana pasada, alega un uso inapropiado de información privada, aunque los detalles exactos de la misma se mantienen en secreto.
Jarman, quien se ha hecho conocida por su trabajo en el campo de la arqueología, está siendo representada por el bufete legal Simons Muirhead Burton, que se ha negado a comentar sobre el caso en cuestión.
Por su parte, la condesa Spencer parece estar manejando su propia defensa en este litigio.
Earl Spencer, de 60 años, se casó con Karen Gordon en junio de 2011. Karen es una filántropa canadiense y fundadora de la organización benéfica Whole Child International.
La pareja se conoció en 2010 durante una cita a ciegas en un restaurante de Los Ángeles, y se unieron en matrimonio en el imponente paisaje de Althorp, la antigua residencia familiar donde se encuentra enterrada Diana.
Juntos, tienen una hija, Lady Charlotte Diana, que actualmente tiene 12 años.
Recientemente, Earl Spencer anunció su separación de Karen en junio de este año, lo que causó sorpresa en varios sectores.
El conde expresó su tristeza por el divorcio, afirmando: "Es inmensamente triste.
Solo quiero dedicarme a todos mis hijos y nietos, y le deseo a Karen toda la felicidad en su futuro".
El divorcio no ha estado exento de especulaciones, ya que se ha reportado que Spencer contrató a Fiona Shackleton, una abogada de divorcios muy conocida, que previamente había representado al Príncipe Carlos durante su separación de Diana.
Shackleton es famosa por su firmeza y profesionalismo, apodada "la magnolia de acero" por su habilidad para manejar situaciones emocionalmente complejas.
Este nuevo capítulo es otro recordatorio de las complicadas dinámicas familiares que pueden surgir en el seno de la aristocracia británica, especialmente cuando la vida personal de sus miembros se convierte en un asunto de interés público.
La historia de los Spencer, marcada por las tragedias y los desafíos, sigue captando la atención de los medios y del público por igual.
Con el trasfondo del legado de Diana, cada desarrollo en la vida del conde Spencer genera gran expectación.
El uso indebido de información privada es un tema delicado en la sociedad actual, especialmente entre las figuras públicas, donde la línea entre la vida personal y la exposición mediática puede volverse borrosa.
Las repercusiones de este caso podrían tener implicaciones significativas no solo para las partes implicadas, sino también para la percepción pública sobre la privacidad en el contexto de la realeza británica.