El ex primer ministro británico, David Cameron, ha vuelto a la política como ministro de Exteriores y ha demostrado un impulso y urgencia en su gestión que ha revitalizado al gobierno Conservador de Rishi Sunak.

En Europa, David Cameron irradia la energía de un hombre al que se le ha dado una segunda oportunidad con un tiempo limitado.

Su sorprendente regreso como ministro de Exteriores de Gran Bretaña en noviembre pasado fue recibido por un público comprensiblemente cínico con mucho escepticismo.

Sin embargo, seis meses después, el ahora Lord Cameron de Chipping Norton ha aportado vitalidad y urgencia al gobierno Conservador de Rishi Sunak, por lo demás desacreditado y agotado.

Renacido con una postura más beligerante en asuntos de seguridad, Cameron ha advertido que su nuevo cargo es como el de un ministro de Exteriores o un líder en Europa en la década de 1930. "Si la invasión ilegal de Putin nos enseña algo, debe ser que hacer muy poco, demasiado tarde, solo estimula a un agresor", dijo Cameron en su primer discurso importante sobre su cartera el jueves.

"Desde Tallin a Varsovia, Praga a Bucarest, una vez más ha descendido un escalofrío sobre el continente europeo.

Aquellas naciones más cercanas a Rusia están viendo lo que está sucediendo en Ucrania y se preguntan si serán las próximas". Cameron piensa que Occidente está en 'una batalla de voluntades' con un cártel autoritario -Rusia, China, Corea del Norte e Irán- que cree 'que pueden durar más que nosotros, pueden resistir más dolor, hacer más sacrificios', e insiste en que 'nosotros en Gran Bretaña, y en el resto del Occidente, tenemos agencia.

La cuestión es si tenemos el coraje de usarla'. 'Si quieres una imagen de los peligros en el mundo, puedes mirar aquí mismo en casa en los últimos meses', dijo, haciendo referencia a los ataques a la democracia del Reino Unido por parte de China, incluido el espionaje a la Comisión Electoral y el ciberataque a los diputados.

'Recordatorios del amplio libro de jugadas ruso encubierto, incluido un supuesto ataque de sabotaje a un almacén en el este de Londres la semana pasada.

Y -como ha dejado claro el director general del MI5- numerosos planes iraníes para asesinar a individuos británicos o con sede en el Reino Unido percibidos como enemigos del régimen, una vez más aquí en el Reino Unido'.