Más de 100 australianos quedan atrapados en un crucero en Japón debido a un fallo técnico. Los pasajeros expresan su frustración por la falta de información.
Más de 100 ciudadanos australianos se encuentran en una situación incómoda, atrapados durante dos días en un crucero en la ciudad portuaria de Yokohama, Japón, debido a lo que la compañía responsable del barco ha calificado como "mantenimiento no planificado" que interrumpió su viaje de siete noches.
La australiana Karen Dermietzel, quien se encontraba en el barco, describió la atmósfera a bordo como tensa, con un creciente descontento entre los pasajeros por la escasa comunicación de la empresa de cruceros.
El barco, conocido como Spectrum of the Seas, valorado en mil millones de dólares, arribó al puerto el miércoles al mediodía y estaba programado para zarpar esa misma noche.
Sin embargo, un problema reportado en el motor ha postergado su salida, dejando a los pasajeros con la imposibilidad de desembarcar.
En una carta distribuida a los viajeros, la compañía informaba sobre una "preocupación técnica" que había retrasado el regreso del barco a Shanghai hasta el 11 de noviembre.
"Lamentamos el cambio de último minuto en nuestro itinerario", decía la carta.
"Por favor, sepan que esta situación sigue siendo dinámica y estamos comprometidos a mantenerlos informados en cada paso del camino".
Dermietzel, quien viaja junto a su esposo Steve y es oriunda de Forest Hill, en la parte oriental de Melbourne, comentó que la atmósfera festiva del crucero se ha desvanecido rápidamente.
"La gente está realmente molesta... ha cambiado todo.
Todos estamos de vacaciones, pero nadie puede regresar.
Simplemente no puedes salir", expresó.
Durante la espera, los pasajeros han tratado de adaptarse a la situación, pero la frustración es palpable.
La falta de información clara y oportuna ha aumentado la inquietud entre los pasajeros.
Algunos han comenzado a cuestionar la capacidad de la empresa para manejar contingencias de este tipo.
Este incidente no es el primero que afecta a la industria de cruceros, que ha estado bajo el escrutinio tras el impacto de la pandemia de COVID-19. En 2020, muchos barcos quedaron varados en los puertos debido a brotes del virus, lo que llevó a una caída significativa en la confianza de los pasajeros hacia los cruceros.
Por otra parte, el puerto de Yokohama es conocido por su cercanía al Distrito de Minato Mirai y al famoso Parque Yamashita, que suelen ser destinos populares para los turistas.
Sin embargo, en esta ocasión, los pasajeros se ven privados de la posibilidad de explorar la ciudad mientras esperan una resolución a su situación.
Las experiencias pasadas de varados, como lo ocurrido en el Diamond Princess, aún resuenan en la memoria colectiva, y muchos se muestran renuentes a aceptar la experiencia como un simple contratiempo.
La compañía de cruceros ha prometido brindar actualizaciones regulares, pero las horas se sienten como días para quienes están atrapados en el barco.
Esperan poder desembarcar pronto y continuar con sus vacaciones, aunque sea difícil recuperar la alegría de un viaje tan esperado.