El Partido del Pueblo de Camboya (CPP) anunció una victoria aplastante en unas elecciones unilaterales el domingo, allanando el camino para un histórico cambio de liderazgo y el fin del reinado de uno de los primeros ministros con más tiempo en el poder en el mundo.

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En una elección que prácticamente no tuvo oposición, el CPP del primer ministro Hun Sen, un gigante político con un enorme arsenal financiero, no tuvo ningún oponente viable después de una despiadada represión que ha llevado a cientos de sus rivales al exilio.

El CPP lideraba el conteo de votos el domingo por la noche, con una participación del 84 por ciento, según el comité electoral, con 8.1 millones de personas votando en un contienda desequilibrada entre el CPP y 17 partidos en su mayoría desconocidos.

"Hemos ganado por mayoría...pero aún no podemos calcular el número de escaños", dijo el portavoz del CPP, Sok Eysan.

Hun Sen, quien ha gobernado Camboya durante 38 años, había ignorado las preocupaciones occidentales sobre la credibilidad de las elecciones, decidido a evitar cualquier obstáculo en su cuidadosa transición hacia su sucesor designado y su hijo mayor, Hun Manet.

No se había dado un plazo para la transferencia de poder hasta el jueves, cuando Hun Sen, de 70 años, señaló que el general militar educado en Occidente, Hun Manet, "podría ser" el próximo primer ministro el próximo mes.

Hun Manet no ha dado muchas entrevistas a los medios y no ha dado pistas sobre su visión para Camboya y sus 16 millones de habitantes.

En un panorama político sin oposición, Hun Sen y el CPP se han asegurado una victoria contundente en las elecciones en Camboya.

Con una participación del 84 por ciento, el CPP ha ganado la contienda que le otorgará un liderazgo histórico y pondrá fin a la longeva carrera de uno de los primeros ministros que más tiempo ha estado en el poder.

La victoria del CPP ha sido atribuida en gran medida a una campaña de represión que ha llevado a cientos de sus rivales políticos al exilio, dejando al partido sin oposición viable.

Aunque aún no se han contabilizado los escaños, el comité electoral informó que 8.1 millones de personas votaron, la participación más alta desde la década de 1990.

El primer ministro, Hun Sen, quien ha gobernado Camboya durante 38 años, ha asegurado una vez más su posición de poder al garantizar que su sucesor y su hijo mayor, Hun Manet, sea el próximo líder del país.

Hun Sen ha desestimado las preocupaciones occidentales sobre la credibilidad de las elecciones, afirmando que los intentos de sus rivales por socavar el proceso electoral han fracasado.

El cambio de liderazgo aún no tiene fecha exacta, pero en declaraciones recientes, Hun Sen indicó que su hijo mayor podría asumir el cargo de primer ministro el próximo mes.

Para ello, Hun Manet deberá ser respaldado por la Asamblea Nacional en base a los resultados de las elecciones.

Según Sok Eysan, portavoz del CPP, es "muy claro" que Hun Manet ha ganado un escaño.

A pesar de la inminente sucesión, Hun Manet ha mantenido un perfil bajo y no ha revelado su visión para el país y su gente.

Los 16 millones de habitantes de Camboya esperan con ansias los próximos pasos que tomará el próximo líder del país.

Con esta victoria, el CPP mantiene su reinado en Camboya y se prepara para un cambio de liderazgo que marcará un hito en la historia del país.