El parlamento surcoreano ha aprobado una legislación histórica que prohíbe el consumo de carne de perro, una práctica centenaria.
El martes, la Asamblea Nacional aprobó el proyecto de ley por 208 votos a favor y ninguno en contra.
La ley entrará en vigor una vez que sea respaldada por el Consejo de Ministros y firmada por el Presidente Yoon Suk-yeol.
Estos trámites se consideran una formalidad ya que el gobierno de Yoon apoya la prohibición.
A partir de 2027, la ley hará que el sacrificio, reproducción, comercio y venta de carne de perro para consumo humano sea ilegal y castigará estos actos con penas de dos a tres años de prisión.
Antiguamente, la controvertida práctica de comer carne de perro se consideraba una forma de mejorar la resistencia en el húmedo verano coreano.
Sin embargo, hoy en día es una rareza, consumida principalmente por algunas personas mayores, ya que cada vez más coreanos consideran a los perros como miembros de la familia y ha crecido la crítica hacia la forma en que se sacrifica a los animales.
Según los activistas, la mayoría de los perros son electrocutados o ahorcados al ser sacrificados para carne, aunque los criadores y comerciantes argumentan que se ha avanzado en la humanización del proceso de sacrificio.
El Ministerio de Agricultura estima que a partir de abril de 2022 había alrededor de 1,100 granjas que criaban 570,000 perros para suministrar a unos 1,600 restaurantes.
La Asociación Coreana de Perros Comestibles, una coalición de criadores y vendedores, proporcionó cifras diferentes, afirmando que la prohibición afectaría a 3,500 granjas que crían 1.5 millones de perros, así como a 3,000 restaurantes.
El apoyo a la prohibición ha crecido bajo el gobierno de Yoon, un amante de los animales que ha adoptado numerosos perros y gatos callejeros, al igual que la primera dama Kim Keon-hee, quien también ha sido una crítica vocal del consumo de carne de perro.
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