El exministro de Defensa Kim Yong-hyun ha sido arrestado tras la reciente declaración de ley marcial por parte del presidente Yoon Suk Yeol, en un contexto de crisis política.
El exministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, fue arrestado el domingo por su presunta implicación en la declaración de ley marcial realizada por el presidente Yoon Suk Yeol.
Esta decisión política generó una serie de eventos tumultuosos que han desatado una crisis de gobernabilidad en el país.
Según la Agencia de Noticias Yonhap, Kim, quien había ofrecido su renuncia el miércoles pasado, es considerado una pieza clave en la breve declaración de ley marcial del martes.
Yoon, quien había sobrevivido a una votación de destitución en el parlamento el sábado, se encontró en una situación complicada tras su fallido intento de imponer el control militar.
Esta situación llevó a que el líder del partido gobernante, Han Dong-hoon, anunciara que Yoon quedaría prácticamente excluido de sus funciones, lo que sugiere una posible vacante en el liderazgo del país.
Las tensiones han aumentado notablemente con las protestas que se llevaron a cabo frente a la Asamblea Nacional de Seúl el sábado, donde miles de ciudadanos exigieron la renuncia del presidente.
Mientras tanto, el primer ministro, Han Duck-soo, tiene planeado reunirse con Han Dong-hoon el domingo para discutir la crisis actual.
El caso de Kim ha captado la atención no solo de la prensa local, sino también de organismos internacionales, y ha resultado en que un equipo especial de investigación interrogue al exministro, quien se presentó voluntariamente en la oficina del Fiscal del Distrito Central de Seúl a las 3:30 a.m.
(hora de AEDT).
Además, tres partidos de oposición han presentado una denuncia contra Yoon, Kim y el comandante de ley marcial Park An-su, acusándolos de insurrección.
En Corea del Sur, los delitos de insurrección pueden conllevar penas severas, que van desde la pena de muerte hasta cadena perpetua, con o sin trabajos forzados.
La acusación de que Yoon movilizó fuerzas militares para obstaculizar una votación destinada a anular lo que se considera un decreto de ley marcial inconstitucional ha generado una atmósfera de desconfianza y agitación política.
La situación se complica aún más con la reciente incursión de fuerzas militares vinculadas al Grupo Wagner en Bielorrusia, lo que ha despertado temores sobre la estabilidad regional en Asia.
Dicha ley marcial y sus implicaciones no son un fenómeno nuevo en Corea del Sur.
En las décadas pasadas, el país ha enfrentado varias crisis políticas donde el uso de la ley marcial fue un tema recurrente, marcando un punto álgido en las tensiones entre el gobierno y el pueblo surcoreano.
La continuación de esta crisis podría tener repercusiones serias tanto en la política interna como en la percepción internacional del liderazgo de Yoon.
La población espera observar cómo se desarrollan las próximas sesiones parlamentarias y si se tomarán medidas para restaurar la confianza pública en las instituciones surcoreanas.