El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha sido acompañado por delegados rusos y chinos mientras muestra sus misiles nucleares más poderosos en un desfile militar que conmemora un aniversario de guerra importante. Este acto es un desafío a Estados Unidos y fortalece los lazos con Moscú, en medio de las tensiones en la península que han alcanzado su punto más alto en años.
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha sido acompañado por delegados rusos y chinos mientras muestra sus misiles nucleares más poderosos en un desfile militar que conmemora un aniversario de guerra importante.
Este acto es un desafío a Estados Unidos y fortalece los lazos con Moscú, en medio de las tensiones en la península que han alcanzado su punto más alto en años.
Kim asistió al desfile del jueves por la noche con el Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el funcionario del partido gobernante chino, Li Hongzhong, desde un balcón con vista a la brillante Plaza Kim Il Sung, nombrada en honor al abuelo de Kim, fundador de Corea del Norte.
Imágenes editadas de la televisión estatal norcoreana el viernes mostraron calles y gradas llenas de decenas de miles de espectadores movilizados, que rugieron de aprobación mientras ondas de soldados que marchaban al compás, tanques e inmensos misiles balísticos intercontinentales eran conducidos en camiones lanzadores por la carretera principal.
Según los informes, personas fueron traídas desde todo el país a la capital, Pyongyang, para llenar la multitud, según informó la prensa estatal.
El desfile comenzó con eventos de calentamiento que incluyeron vuelos ceremoniales de drones de vigilancia y ataque recientemente desarrollados, que fueron presentados por primera vez por los medios estatales esta semana, mientras informaban sobre una exposición de armas a la que asistieron Kim y Shoigu.
El evento principal comenzó con la llegada de Kim a la plaza en una limusina escoltada por una formación de motocicletas.
Kim saludó a los guardias de honor y a los militares y caminó por una alfombra roja para entrar a un edificio donde Shoigu y Li le dieron la bienvenida desde el balcón, mientras las tropas de abajo cantaban "¡protejan a Kim Jong-un con nuestras vidas!"
Los organizadores transmitieron mensajes en ruso, chino y coreano al presentar a los invitados de Kim a la multitud, lo que provocó vítores y aplausos.
A medida que avanzaba el desfile, Kim hablaba constantemente e intercambiaba sonrisas con Shoigu y Li, quienes se encontraban a su derecha e izquierda en el centro del balcón.
Kim y Shoigu levantaron repetidamente sus manos para saludar a las tropas que desfilaban.
La transmisión no mostró a Kim pronunciando un discurso.
Los mayores armamentos de Kim se reservaron para el final, cuando sus tropas exhibieron nuevos misiles balísticos intercontinentales que fueron probados en vuelo en los últimos meses y demostraron alcances que podrían llegar hasta el territorio continental de Estados Unidos, el Hwasong-17 y el Hwasong-18. Algunos analistas dicen que los misiles se basan en diseños o conocimientos rusos.