Una periodista australiana, Cheng Lei, fue encarcelada en una celda de Beijing por violar un embargo impuesto por el gobierno chino durante unos pocos minutos, lo que llevó a cargos de seguridad nacional que la separaron de sus dos hijos durante los últimos tres años.
La periodista australiana Cheng Lei, fue detenida en China luego de violar un embargo gubernamental.
Cheng reveló en una entrevista con la corresponsal Annelise Nielsen de Sky News que durante los seis meses que estuvo recluida en aislamiento, se le informó que había erosionado la autoridad del estado y había 'herido a la madre patria' con sus acciones.
Cheng expresó: 'El objetivo es dejar en claro que en China, eso es un gran pecado'. La periodista, conocida por su trabajo en el canal de noticias en inglés CGTN, ha regresado a Australia después de un largo período de detención en China.
Los embargos mediáticos se utilizan ampliamente en Australia y en todo el mundo como una estrategia de relaciones públicas por parte de gobiernos, empresas y organizaciones para asegurarse de que la información sea digerida y luego distribuida por las redes de noticias al mismo tiempo.
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El secretario de Defensa británico, Ben Wallace, ha advertido que Occidente debe desarrollar una estrategia política más coherente frente a las actividades expansionistas de China en el Mar del Sur de China o enfrentarse a un conflicto en una década.'Lo que parece inofensivo para nosotros aquí, y estoy segura de que no se limita a los embargos, sino a muchas otras cosas, no lo es en China', agregó Cheng.
Sin embargo, Cheng no reveló los detalles del documento informativo del gobierno que había divulgado.
La periodista comentó: 'Mi trabajo consistía en contarle cosas a la gente.
Así que puedes imaginar cuánto he deseado contar mi historia porque sé que eso es lo que todos están curiosos por saber.
Pero también soy consciente de que no puedo revelar detalles o especificaciones'.
Es importante resaltar que esta situación es un ejemplo más de la creciente restricción de la libertad de prensa en China, donde el gobierno ha intensificado su control sobre los medios de comunicación y la información que se difunde, limitando la capacidad de los periodistas para informar de manera independiente y libre.