La relación entre China y Australia se caracteriza por un enfoque dual de presión y liberación, según el experto Kevin Rudd.

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En el ámbito de las relaciones internacionales, China ha utilizado una fórmula peculiar para interactuar tanto con Australia como con otras naciones: un enfoque de presión y liberación.

Esta estrategia ha sido descrita por Kevin Rudd, ex primer ministro australiano y reconocido especialista en las políticas de Xi Jinping.

Rudd sostiene que la estrategia china es consistente y constante, pero que las tácticas empleadas por Pekín se ajustan según las circunstancias y el estado de las relaciones bilaterales.

Es un fenómeno que pone en perspectiva actos que pueden parecer contradictorios.

Por ejemplo, durante la última semana, el gobierno de Xi optó por llegar a un acuerdo con India sobre una disputa fronteriza, mientras aplicaba presión sobre Indonesia al invadir sus aguas territoriales.

En este contexto, Xi decidió aflojar la presión sobre India, pero intensificarla en sus interacciones con Indonesia, coincidiendo así con el primer día de mandato de su nuevo presidente, Prabowo Subianto, lo que se interpretó como una manera de poner a prueba su liderazgo.

El comportamiento actual de China hacia Australia también despierta interrogantes.

Por un lado, Pekín ha levantado las sanciones comerciales que imponían restricciones a la exportación de langostas australianas, que generaban un impacto anual de aproximadamente 18,5 millones de euros.

Además, ha restablecido los contactos políticos con el país oceánico.

Sin embargo, paradójicamente, las fuerzas militares chinas siguen acosando a las fuerzas de defensa australianas en aguas y espacios aéreos internacionales.


Este mes, Pekín eliminó la última barrera comercial, permitiendo así la exportación de langostas australianas.

No obstante, también lanzó un agresivo ataque diplomático contra Australia en la Asamblea General de la ONU, acusando a su Gobierno de propagar "mentiras para generar confrontación".

La crítica situación que enfrentan las relaciones entre ambos países podría reflejar la complejidad de la estrategia de Xi.

Según Rudd, Australia se encuentra en un estado de "presión y liberación" simultáneo, un fenómeno que puede resultar desconcertante.

El hecho de que China mantenga una postura ambivalente hacia Australia resalta la naturaleza cambiante de la diplomacia en Asia.

Desde históricas tensiones comerciales hasta colaboraciones estratégicas, la relación entre ambos países ha estado marcada por altibajos significativos.

El ciclo de presión y liberación no es nuevo en la política internacional, ya que muchas naciones utilizan tácticas similares dependiendo de la situación.

Sin embargo, el enfoque singular que adopta China podría llevar a un aumento de la incierta dinámica geopolítica en la región.

Como resultado, las naciones involucradas, incluida Australia, deberán navegar con cautela en este intrincado entramado diplomático, donde las tácticas de Xi Jinping parecen ser el reflejo de una estrategia más amplia y controladora.